Un amigo lejos de casa
Para finales del siglo XX ya estaba institucionalizado el programa de becas que se otorgaba a los mejores alumnos para que a su regreso hicieran una carrera docente en la Universidad.
Esa condición especial de becario del Externado, facilitó una circunstancia que muchos de ellos no olvidan: la posibilidad de relacionarse de una manera diferente y especial con el rector Fernando Hinestrosa, cuando éste los visitaba:
“Allá Hinestrosa era otro, porque tenía tiempo…. allá era tomarse un vino en un café, y luego otro, conversar de la vida. A mí me honra haber tenido esa amistad. Me marcó muchísimo.»
Teníamos una relación muy estrecha, cuenta el actual rector del Externado, Juan Carlos Henao, quien hizo maestría y doctorado en la Universidad de Paris II. El doble rol de maestro y amigo se hacía realidad, cuando los becarios se perdían con Hinestrosa en viejas callejuelas, cuando recibían clases de arte y de historia, cuando visitaban las añejas librerías y bodegas de vinos. Y en casos de extrema pobreza que no fueron pocos y que el rector descubría sin que mediara una palabra, no sabemos cuántos fueron auxiliados de diferentes maneras, pero sin alboroto. En algunas oportunidades la adquisición de un traje apropiado para recibir el grado se logró gracias a las “artes misteriosas” del maestro.
Adiós querido maestro
Entre el 10 y el 13 de marzo de 2012, la muerte del rector Fernando Hinestrosa -cuyo cuerpo permaneció durante ese lapso en cámara ardiente en SU Externado- dio lugar, además de las más sentidas despedidas por parte de quienes fueron sus alumnos a lo largo de 50 años, reflexiones sobre la profundidad de la relación alumno – maestro:
“Mi paso por el Externado me ha permitido cumplir metas de hombre, de hijo, de padre y de jurista”. Marco Peres Useche
“Aprendí del Maestro muchas cosas, la más importante: el derecho a tener coraje y a pensar con autonomía”. María Victoria Calle Correa.
“Sus enseñanzas son hoy la más grande herencia que nos deja. ¡Un deber cumplido Maestro! Es hora de partir a un hermoso y maravilloso lugar que ud. Merece”. Carol Susana García Acosta.
“Maestro de maestros: Usted nos enseñó a todos lo que hemos elegido su casa para formarnos como Juristas, que una educación sin principios, sin amor por la libertad y la democracia, es una formación incompleta, carente de sentido, superficial y nimia… Pero sobre todo le damos gracias por la humildad, la sencillez y la pulcritud como ser humano, que a fin de cuentas es lo que hace a nuestra casa un lugar sui generis, diferente a los demás; los valores del Externado, que usted defendió con su vida y obra no mueren con su cuerpo, sino que perduran en las páginas de sus libros, los ladrillos de los edificios de esta Universidad, y, sobre todo, en nuestros espíritus. ¡¡Gracias maestro!!” Curso tercero A.
“Gracias Maestro Hinestrosa, por todo… Le prometo que seré una excelente abogada, profesional y persona, para honrar siempre su nombre”. Laura Huertas Montero.
“Ingresar a esta Universidad no es solo el sueño de estudiar en la mejor escuela de derecho del país, sino que, además, venir desde provincia a esta facultad tenía un plus, ser alumna del Maestro Fernando Hinestrosa, conocer a este gran educador, humanista, hombre estudioso, disciplinado, prudente, tierno, en pocas palabras, a ese excepcional ser humano que, con infinita bondad, respeto y cariño trataba a sus estudiantes, y les daba igual importancia que a sus ilustres ex alumnos. María Camila Parra Coronado”, en nombre de todos los estudiantes.