“Nosotros dejamos las armas, pero seguimos en la lucha”
La Facultad de Administración de Empresas Turísticas y Hoteleras invitó a Alejandro Benavides Sanabria a contar su experiencia como pasante de Naciones Unidas en el programa de “Manos a la Paz” en el territorio de La Macarena – Meta.
Durante el conversatorio, Alejandro, estudiante de la Facultad, contó cómo vivió por seis meses en La Macarena – Meta, un territorio colombiano conocido por la belleza de sus paisajes, pero también por la violencia que rigió por varios años el lugar.
El estudiante tuvo la oportunidad de conversar con ex combatientes de las FARC – EP, quienes le contaron lo que él llama “la otra parte de la historia”: Las FARC “comenzaron como guerrillas liberales, peleando por el campesinado que no tenía posibilidades (sociales, de educación y de salud), y que hoy tampoco tiene y reclama”. El campesinado ha sentido, desde siempre, la falta de reconocimiento del Estado, explicó Benavides.
Del mismo modo, el pasante profundizó sobre el papel y los desafíos del turismo en territorios como La Macarena. Enumeró algunas de las secuelas de la violencia en el territorio que imposibilitan un desarrollo en la materia: cadenas de valor vinculadas a la coca, repercusiones sociales por el conflicto armado, disidencias de las FARC en las zonas veredales, militarización del municipio y zonas veredales transitorias de normalización.
En cuanto a los desafíos que tiene el territorio, el invitado hizo referencia a la atención a los posibles impactos turísticos en su mayoría para la comunidad del casco urbano; cadenas de valor vinculadas a los servicios primarios del turismo; inversión en la zona de influencia turística e inversión estatal en busca de un desarrollo integral en el destino.
Alejandro, concluyó que: “el turismo tiene que ser una alternativa de desarrollo, mas no la prioridad dentro de los municipios”.
En el mismo conversatorio participó la periodista Lorena Gómez quien compartió la historia de la travesía que realizó por la región del cañón del río Duda, considerado como “la cuna de las FARC” y uno de sus corredores más importantes. Gómez hizo la travesía con algunos desmovilizados de las FARC y ha tenido la oportunidad de charlar con otros más quienes afirman: “Nosotros dejamos las armas, pero seguimos en la lucha”.
En materia de posconflicto y turismo, todavía hay mucho para trabajar, concluyeron los participantes.
Este conversatorio cerró el ciclo de conferencias sobre este tema en el semestre.