Entrevista a una Gran Aprendiz en Tiempos de Cuarentena
Este tiempo de cuarentena, sin duda, ha sido un periodo de grandes cambios, lo que ha implicado que los estudiantes tengan que sobrellevar su proceso académico y adaptativo conjuntamente. Los grandes momentos de crisis nos pueden poner en situaciones de difícil recuperación, pero gran cantidad de estos momentos, se convierten en oportunidades para el conocimiento como individuos y sociedades, además de ser un gran laboratorio para el desarrollo de competencias.
María Camila Charry, ha sido estudiante, consejera y mentora destacada en la Facultad de Derecho durante sus cuatro años de formación en la Universidad, además, ha participado en diversos espacios formativos de su profesión y complementarios a la misma, lo que la ha llevado al desarrollo de una alta motivación y de competencias de organización.
María Camila nos cuenta sobre los retos de la formación durante la cuarentena, los principales aprendizajes que le ha dejado esta crisis mundial y, además, sus perspectivas sobre el rol de los estudiantes en los tiempos actuales.
BU: La crisis ha implicado un reto para toda la sociedad. ¿Cuáles crees que son los principales aprendizajes que te ha dejado esta crisis como estudiante universitaria?
MC: Aprendí que siempre existe una mejor forma de organizar el tiempo. Gracias a la pandemia y al hecho de quedarse en casa entendí que, a pesar de que siempre he podido atender mis compromisos, realmente me falta aprender mucho sobre cómo equilibrar la vida académica con las actividades esenciales que antes daba por descontado.
Está, por ejemplo, el hecho de que al ser una estudiante cuya familia vive en Bogotá, mi preocupación antes por las actividades de la casa (como preparar el almuerzo o hacer aseo) era mínima o casi nula. Es algo que he tenido que replantear ahora que todos estamos conviviendo y nos mantenemos ocupados, me sorprende que haya pasado tanto tiempo asumiendo que el producto de estas actividades, que son básicas e incluso de supervivencia, estaría ahí para mí, en cualquier caso.
BU: En este constante aprendizaje que implican las crisis, ¿Cuáles crees que han sido las principales habilidades de nuestros estudiantes para afrontar la educación virtual?
MC: Destaco una característica en particular y es la solidaridad y la unión. Creo que en estos tiempos difíciles la colaboración que prestan los amigos y los compañeros es indispensable. Tengo una grata sensación de empatía colectiva, que nos ha llevado a todos como alumnos a ponernos al servicio y a la disposición de los demás.
Se puede apreciar en detalles, tales como facilitar unos apuntes completos, ofrecerse a colaborar con la parte más importante de algún trabajo, o simplemente entender que hay personas con más responsabilidades que otras en estos momentos. Para mí en esas cosas está la clave, y me dejan ver que más allá de la virtualidad, existen seres generosos de carne y hueso que están dispuestos a ayudarnos en caso de necesitarlos.
BU: ¿Cuál crees que deba ser el perfil de los estudiantes durante esta cuarentena y posterior a ella?
MC: Creo que esta situación nos ha hecho aprender que es necesario adaptarse a los cambios, y estar en constante aprendizaje para poder sobrevivir. En este sentido, para mí los estudiantes deberían aprender a conocerse minuciosamente, entender cuál es su método de estudio, cuáles sus espacios para estudiar, cómo es mejor para cada uno vivir la experiencia de interiorizar el conocimiento.
Además, siento que se necesitan más estudiantes que se ubiquen a sí mismos como parte integral de la sociedad, y en ese sentido pueda enfocar su trabajo hacía ella, y ayudar a buscar soluciones para los interminables problemas que se presentan. Aunque esto sea difícil de imaginar recién comenzando la carrera, pues uno se auto percibe como un ser aún muy pequeño e ignorante, vale la pena no perder de vista el deseo de transformar realidades.
También siento que, aunque este momento es muy duro para el mundo, a nivel personal también puede ser revelador. Experiencias como esta nos enseñan la importancia de disfrutar de las personas y de los momentos, porque sin previo aviso, las circunstancias pueden cambiar. También nos enseñan a ser adaptables, nos rebelan talentos ocultos, y, sin ánimo de ser positiva en extremo en perjuicio de las situaciones económicas difíciles, este puede ser el momento para descubrir qué es lo que realmente queremos. Para mí la moraleja se traduce en un estudiante consciente de lo efímero de la existencia y a la vez capaz de cambiar con las circunstancias.
BU: Has sido una estudiante destacada en tu carrera, actualmente, mentora de tu Facultad ¿Cuáles crees que son los consejos más importantes que le podrías dar a los estudiantes para que logren destacar y consigan sus objetivos?
MC: Lo más importante para mí es tener clara la meta a la que apuntamos. Quiero decir, una meta grande, por más imposible que parezca. Muy probablemente al principio no tendrá un nombre ni se proyectará con gracia ante nosotros, pero poco a poco irá tomando forma. Es necesario no descuidar aquella ambición y llevarla siempre con amor en nosotros. En algunos casos ese deseo se mantiene perpetuamente abstracto, creo que eso también está bien; ese es mi caso, mi meta siempre ha sido ayudar a las personas, ella tiene y tendrá mil formas.
Una vez trazado el objetivo, hay algo que es muy importante para mí y es enamorarse de lo que uno hace. Existen muchos días difíciles en los que se quiere dejar todo botado, pero así es el amor, requiere de un esfuerzo constante para quedarse. Es por esos momentos duros que uno debe llevar siempre consigo el objetivo grande, para sobreponerse a las dificultades.
Para mí, una vez que se parte de este deseo y amor, las cosas pequeñas se irán dando por añadidura. Eventualmente recibes un premio, eres seleccionado para conformar un equipo, te contratan, ganas una beca, y cuando crees que todo lo que va llegando es increíble y no lo mereces, recuerdas todas aquellas noches que te pasaste estudiando, lo mucho que aprendiste en esa materia, las lágrimas que te sacó ese profesor, y piensas: ¡Diablos! Sí, sí me lo merezco.
BU: ¿Cuál crees que, desde el rol de estudiantes, podría ser la respuesta más apropiadas ante este momento histórico?
MC: Yo considero que es muy importante ser responsables con los demás y con nosotros mismos, pues a pesar de que la mayoría somos jóvenes y técnicamente no somos población de riesgo, estar sanos es una cosa muy importante, por lo que respetar las medidas de distanciamiento social y la paulatina reapertura de las instituciones también lo es. Por otra parte, creo que como estudiantes podemos generar conciencia en nuestras casas y en nuestras comunidades sobre la importancia de estos cuidados para la pronta superación de la pandemia y atención de los casos.
Por último, quiero destacar que es ESENCIAL comunicar a las personas con las que tenemos contacto, nuestro estado de salud y si por casualidad tenemos síntomas de Covid-19. No es simple consideración, realmente se trata de responsabilidad colectiva.