La deserción escolar afecta significativamente la pobreza en Colombia
Un reciente informe del DANE sobre pobreza multidimensional alerta sobre el aumento en la deserción escolar, el desempleo de larga duración, y el trabajo informal.
De acuerdo con las cifras sobre pobreza multidimensional publicadas por el DANE, el indicador de inasistencia escolar, medido como un hogar en el que hay al menos un niño entre 6 y 16 años que no asiste a una institución educativa, registró un incremento de 13,7 puntos porcentuales a nivel nacional, pasando de 2,7% en 2019 a 16,4% en 2020. No obstante, las cifras son aún más alarmantes en centros poblados y rurales dispersos, en donde la insistencia escolar pasó de 4,6% al 30,1%, un incremento de 25,5 puntos porcentuales.
Para David Rodríguez, docente investigador de la Facultad de Economía de la Universidad Externado de Colombia y miembro del Observatorio de Desarrollo y Política Social ODEPS, “uno de los indicadores que más afectó la pobreza multidimensional fue la inasistencia escolar de los menores tanto en el campo como en la ciudad, debido a la falta de acceso a internet para atender sus clases virtuales”.
En este sentido, Angie Paredes, joven investigadora de la Facultad de Economía, señaló que la pandemia es una de las posibles causas del aumento en la deserción escolar pues, entre otros aspectos, obligó a los estudiantes a contar con equipos electrónicos y acceso a conectividad en sus casas para poder tomar sus clases virtuales. «Así mismo, es importante mencionar el contrato fallido de instalación de Centros Digitales en centros poblados, que afectó a un millón trescientos mil estudiantes que pudieron haberse beneficiado del acceso a internet en las zonas apartadas de Colombia”, señaló Paredes.
Entre 2019 y 2020 en materia de deterioro de condiciones socioeconómicas hay un incremento en la privación por desempleo de larga duración pasando del 12,4%, a un 14,2% en el año 2020 con un incremento de 1,8 puntos porcentuales a nivel nacional.
Respecto a la condición de trabajo informal, también hubo un aumento a nivel nacional de 72,9% en el 2019 y de 74,2% al 2020, con una extensión de 1,3 puntos porcentuales, una variación estadísticamente significativa.
De acuerdo con el joven investigador Andrés Avellaneda, “el aumento en estas variables era de esperarse dadas las medidas preventivas como las cuarentenas, ya que las personas que fueron desempleadas entraron al mercado laboral informal”.
En este orden de ideas, la dimensión que más se vio afectada en el aumento del IPM fue la relacionada a las condiciones de la “niñez y juventud”, seguida por el desempleo de larga duración y el trabajo informal, que presenta una afectación en el mercado laboral debido a la pandemia, conforme a los datos de la Encuesta Nacional de Calidad de Vida, ENCV.
Escuche el análisis del docente e investigador David Rodríguez en W Radio.
¿Qué mide el IPM?
El índice de pobreza multidimensional, IPM, permite entender la pobreza más allá del ingreso que tiene un hogar, es decir, tiene en cuenta las condiciones en las que viven las personas. El IPM contempla cinco dimensiones: (I) condiciones educativas, (II) condiciones de la niñez y juventud, (III) trabajo, (IV) salud y (V) condiciones de la vivienda y servicios públicos; dentro de estas dimensiones se encuentran quince características de las cuales inasistencia escolar, desempleo de larga duración y condición de trabajo informal presentan un aumento significativo para el año 2020.
Por Andrés Avellaneda Quintero y Angie Paredes Vargas, del programa Jóvenes Investigadores de la Facultad de Economía