Los retos que tiene Colombia frente al etiquetado de alimentos considerados ‘comida chatarra’
El Externado analizó con expertos(as) la Ley 2120 de 2021, también conocida como ‘Ley de comida chatarra’, desde un enfoque del derecho del consumo.
A partir de esta Ley, los productores e importadores de productos comestibles y bebibles ultra procesados destinados al consumo humano deberán poner en los empaques o envases de estos productos, sellos de advertencia que indiquen al consumidor, de manera clara y veraz, si estos alimentos contienen excesos de azúcar, sodio, edulcorantes, grasas saturadas o grasas trans.
El pasado 30 de julio, el Gobierno saliente determinó que los sellos de advertencia serán octagonales con bordes blancos y que deberán ubicarse al frente del empaque para informar cuando un producto exceda la cantidad de azucares, grasas, sodio y/o calorías. Además, deberá incluir la palabra ‘Exceso de’, en vez de ’Alto en’.
De acuerdo a Dionisio de la Cruz Camargo, docente del Departamento de Derecho Económico del Externado, una de las discusiones frente a esta forma de etiquetado frontal en la ‘comida chatarra’ es que las imágenes tratan de persuadir al consumidor para evitar consumir ciertos componentes, pero esto solo lo asusta y no logra cambiar los hábitos de consumo.
“A mí me preocupa el efecto que pueda tener esto en el consumidor, porque a ello debe sumarse una campaña para educar e informar cómo se deben consumir estos productos. Este es uno de los retos porque va haber un impacto normativo, pero vamos a tener productos con cuatro o cinco octágonos y el consumidor no va a saber si la decisión es no consumir o con qué lo puede reemplazar”, comentó el experto.
Por su parte, María Carolina Corcione, miembro fundador del Centro de Estudios de Derecho Procesal y miembro del Consejo Directivo del Instituto Colombiano de Derecho del Consumo, opina que sí hay un avance en información frente al contenido nutricional de los alimentos y en materia de protección al consumidor, pero que existen vacíos frente a temas educativos para las personas.
“Hay un cumplimento de la obligación técnica prevista en la reglamentación que pone a disposición de los consumidores esta información en el mercado, pero en su primer momento el consumidor no entiende para qué sirven esos nutrientes o componentes para la salud”, aseguró Corcione.
Mylena Gualdrón, investigadora de FIAN Colombia, organización que se especializa en la defensa y promoción del derecho humano a la alimentación y nutrición adecuadas, cree que otros de los desafíos es proteger la producción nacional de alimentos a través de todos los programas de alimentación escolar del Estado y una regulación de la publicidad, el mercado y patrocinio de la ‘comida chatarra’.
“Tener un etiquetado que funcione es una parte, pero si seguimos teniendo una publicidad que es engañosa y que no nos cuenta efectivamente todo lo que tienen esos productos, pues las personas van a seguir eligiendo este tipo de productos sin considerar el riesgo que tienen para la salud. Además, no es posible que en el Programa de Alimentación Escolar (PAE) entre comida chatarra, se necesita recurrir a la producción de alimentos, la economía campesina, familiar y comunitaria”.
El encuentro, organizado por el Departamento de Derecho Económico, también contó con la participación de Carlos Caycedo Espinel, abogado y docente de nuestra Casa de Estudios; Sara Lucía Dangón, abogada en Curtis; Víctor Augusto Saco, profesor a tiempo completo del Departamento de Derecho de la Pontificia Universidad Católica del Perú y Blanca del Carmen Martínez, directora de Cooperación Internacional en la Agencia de Seguridad, Energía y Ambiente de México.