Publicado: 18 de octubre de 2024

20 años del PIM: una iniciativa que une culturas, regiones y al país

En el marco de la Semana de los Pueblos, Nuestra Casa de Estudios celebró con orgullo dos décadas de la trayectoria del Programa de Interacciones Multiculturales, un espacio que ha sido motivo de ejemplo para el país al impulsar el dialogo, la conservación y la revitalización de las identidades indígenas de Colombia. Este programa ha sido un puente entre la academia y los saberes ancestrales, permitiendo que el conocimiento indígena se integre y fortalezca en el ámbito académico, mientras que contribuye a un desarrollo más inclusivo y equitativo.

El PIM ha graduado a más de 80 profesionales indígenas provenientes de diversas comunidades como los Iku, Kamëntsá, Kankuamo, Kichwa, Misak, entre otros. Estas(os) estudiantes, ahora profesionales en áreas como trabajo social, antropología, finanzas y gobierno, derecho y arqueología, han regresado a sus territorios para continuar luchando por el reconocimiento y la defensa de sus pueblos.

«Lo que ha venido pasando en el Externado desde hace 20 años está creando un capítulo diferente en la historia de la educación superior en Colombia, porque en este tiempo se han transformado muchísimas vidas, han cambiado las formas de entender el mundo y nuestra Casa de Estudios se ha enriquecido grandemente», expresó el secretario general, José Fernando Rubio.

Durante la celebración, Mutauta Muelas Trochez, director del programa, agradeció a las(os) presentes por acompañar al PIM en este espacio y las(os) invitó a continuar trabajando en la construcción de un futuro más justo, equitativo y sostenible.

“Cumplir veinte años equivale a veinte vueltas al sol, a veinte tránsitos lunares y a incontables ciclos de la naturaleza como 20 pasadas de bachacos que han marcado nuestro camino. El Programa y la Facultad de Ciencias Sociales y Humanas, han ofrecido oportunidades de inclusión para estudiantes de comunidades étnicas y han buscado integrar sus valores, saberes e identidades dentro de la academia, para lograr un acercamiento auténtico y profundo a la interculturalidad; enriqueciendo el diálogo académico con diversas disciplinas y los modos de vida de los pueblos”, afirmó

Por su parte el profesor Álvaro Toledo, quien fue pionero en hacer realidad esta iniciativa, recordó los inicios del PIM junto con la doctora Lucero Zamudio (Q.E.P.D): «En el Externado siempre hubo preocupación por la pérdida de identidad en los pueblos y sobre todo la gran tensión entre los liderazgos indígenas que tiene en muchos casos con la profesionalización, sus liderazgos y formas de vida. Fue por ello que planteamos integrar los conocimientos ancestrales y la academia y así, consolidar el PIM».

La celebración culminó con una presentación de danzas y ritmos tradicionales, donde estudiantes y egresadas(os) del PIM, acompañados por el grupo Ukamau Colombia a cargo de los compañeros del pueblo Kichwa, mostraron con orgullo sus raíces. Vestidas(os) con trajes típicos y rodeadas(os) de objetos autóctonos, realizaron un emotivo acto simbólico que resaltó la importancia de sus pueblos y tradiciones.

Melin Andrea Áreas, estudiante de cuarto semestre de trabajo social y perteneciente a la comunidad Kankuamo, compartió su experiencia al pertenecer al PIM: “Pertenecer a este programa representa muchas cosas. Nos identifica y conecta con otros territorios y comunidades, y nos permite ser. El hecho de estar en espacios diferentes y encontrar personas que tienen los mismos orígenes que tú te hace sentir más cómoda”.

Así mismo, Gunkeywia Torres Chaparro, Arhuaca de la Sierra Nevada de Santa Marta y profesional en sociología, reflexionó sobre el impacto del programa en su vida: «Este programa me permitió reconocer esas luchas de quienes nos precedieron. Para nosotras(os), como indígenas, es un orgullo habernos graduado de una universidad tan importante. Es motivo de ejemplo para el país que hoy el PIM cumpla 20 años de abrir sus puertas a diferentes comunidades».

Esta celebración fue un recordatorio de que la interculturalidad, el respeto por la diversidad y la inclusión que se vive en nuestra Casa de Estudios ha sido una realidad transformadora para las comunidades indígenas, quienes también nos han abierto las puertas de sus hogares para que desde la academia exista ese espacio de intercambio de culturas.