Pieza del mes
Noviembre de 2024
NO VOTO – Rafael Núñez (1853)
Juan Sebastián Reyes Gaitán – Estudiante del programa de Historia y voluntario de Lux non occidat
La Universidad Externado de Colombia nació en 1886 como refugio para las ideas liberales y democráticas, también, como una reivindicación de independencia y progresismo tras la persecución y censura que reinaron después de la derrota del Liberalismo Radical ante el régimen de la Regeneración, liderado por Rafael Núñez y Miguel Antonio Caro. Irónicamente, Núñez, quien comenzó su carrera política como un defensor de los principios liberales, es el autor del panfleto “No Voto ” (1853), que es la pieza de noviembre de Lux non occidat.
Es importante señalar que en este documento Núñez critica ferozmente la candidatura de José Joaquín Gori, cuestionando su trayectoria política y su lealtad a los ideales liberales, los mismos principios que años después él traicionaría al liderar la Regeneración, la caída de la Constitución de Rionegro y la promulgación de la Constitución de 1886.
En 1853, Rafael Núñez era un joven político y abogado que ya había comenzado a destacarse en la vida pública de Colombia. Originario de Cartagena, Núñez se alineaba con las ideas liberales, la descentralización del poder, el fortalecimiento de las libertades individuales y la creación de un Estado más moderno y democrático. En esos años, Núñez fue nombrado secretario general del gobernador de Cartagena (José María Obando) y participó activamente en los debates políticos que darían lugar a la Constitución de 1853. Esta carta política amplió los derechos civiles y promovió un enfoque federalista del poder en el país; instauró importantes reformas liberales, incluyendo la separación de la Iglesia y el Estado y la elección popular de varios cargos públicos, entre ellos el de Procurador General de la Nación.
José Joaquín Gori fue un militar y político colombiano con una larga trayectoria, vinculado al conservadurismo y cercano a figuras como Simón Bolívar y Pedro Alcántara Herrán, llegando a ser vicepresidente entre 1843 y 1845. A lo largo de su carrera, se opuso a las reformas liberales y apoyó gobiernos conservadores, lo que lo convirtió en blanco de críticas de los liberales. Rafael Núñez escribió “No Voto ” en 1853 como una contundente crítica a su contrincante, Gori, cuando ambos fueron candidatos para Procurador General de la Nación.
Núñez se opone a Gori debido a su historial político, acusándolo de traicionar los ideales liberales en momentos clave para la historia de Colombia. Núñez lo señala por haber sido un “tránsfuga” en 1828, al desertar del partido que se oponía a la dictadura de Bolívar y, en cambio, apoyó la represión contra los patriotas liberales. También lo critica por su papel en la Convención de Ocaña, donde Gori abandonó las posturas liberales para apoyar la dictadura bolivariana. En esta primera elección para Procurador, Núñez defendía la idea de que el cargo requería a alguien comprometido con los principios liberales y con el progreso del país, en contraste con Gori, a quien consideraba un político conservador que había traicionado esos ideales a lo largo de su carrera.
Palabras de Núñez contra Gori:
“Porque es un hombre de paciones violentas, que no llevaría a la Administración sino la desunión i la discordia… Porque de lo que más necesita el gobierno en el nuevo auxiliar que le ha dado la Constitución, es de ilustración i de talentos para lograr el desarrollo del sistema político que consagra la reforma; de espíritu de conciliación i tolerancia para procura la unión i la paz entre los granadinos, i el Dr. Gori no pose, ni medianamente alguna de estas cualidades”.
Sin embargo, la contradicción en la trayectoria de Rafael Núñez se evidencia al comparar su postura en 1853, cuando defendía los principios liberales, con sus acciones en 1885-86, cuando lideró la consolidación de la Regeneración y promovió la Constitución de 1886, un marco conservador, autoritario, clerical y centralista. En 1853, Núñez criticó a Gori por traicionar los ideales liberales y fomentar la dictadura, destacando su propio compromiso con la libertad y el progreso. Sin embargo, en 1885 Núñez tomó por segunda vez el poder y desmanteló muchos de los avances liberales que había defendido en su juventud, estableciendo un régimen despótico y cercano a la Iglesia. Esta paradoja muestra cómo Núñez terminó adoptando las mismas prácticas centralistas y conservadoras que criticaba décadas antes, lo que lo convierte en un símbolo de las contradicciones en la política colombiana.
Esta pieza es un recordatorio de cómo en la política, a veces, se terminan dejando de lado los propios ideales en la búsqueda de poder y reconocimiento. Núñez no fue el primer ni el último político que pasó de defender con convicción unos principios para contradecirlos años después. Este documento nos invita a reflexionar sobre la importancia de mantener coherencia entre las palabras y las acciones, pues nuestras declaraciones pasadas pueden venir a juzgarnos. De este modo, que se conserve esta pieza en el Museo y Archivo Histórico del Externado nos permite reflexionar y revisar en diferentes momentos la relación entre el discurso político, el paso del tiempo y los actos en la vida pública.