Tejiendo Memorias en el Externado: nuevas formas para contar la historia a través del arte y la cultura

Con la participación de nuestras(os) estudiantes, docentes y expertas(os) del programa de Historia exploramos formas prácticas y conceptuales para hacer historiografía en el siglo XXI.

En esta ocasión, el arte y la cultura fueron los hilos conductores de nuestra nueva edición de Tejiendo Memorias. Un espacio de cuatro días que en su mayoría se desarrolló en el Museo y Archivo Lux Non Occidat. Las(os) externadistas se reunieron desde el martes 29 de octubre hasta el viernes 1 de noviembre para compartir y aprender cómo la historia puede ser narrada de diversas formas. Para este fin se puede involucrar la música, la pintura, la literatura y la diversidad de género.  

Escuchando de fondo a Los Yetis o Los Speakers, bandas pioneras del rock psicodélico en Colombia, las(os) estudiantes del programa de Historia, que participaron del primer día del taller ‘Archivo, flores y collage’, exploraron cómo los años 60 fueron influenciados por el rock y también por movimientos como el ‘hippismo’. Las mesas se adornaron con flores, recortes y las mentes echaron a andar. 

“Hablamos sobre la historia del arte en Colombia. Más que todo sobre el cubismo. Para este taller utilizamos flores, archivo de arte y revistas para hacer representaciones gráficas para tener un acercamiento sobre lo que sucedió en la época de los 60”, explicó Mar y Luna Torrejano, encargada del taller.

Para el segundo día, la Facultad de Ciencias Sociales y Humanas se adentró en el significado del sistema sexo-género a través del taller “Trepándonos en el género” en el que se habló sobre la diversidad sexual, el performance drag y el transformismo como prácticas artísticas en el contexto norteamericano y bogotano. Todos estos temas se plantearon como claves para hacer historiografía.

“Para este taller vimos cómo tenemos algunas fuentes para construir la historia de las disidencias sexuales y de género en Bogotá y en Colombia. Hay opciones para hacerlo a través de la prensa o los archivos judiciales, pues allí encontramos que estas identidades y sexualidades eran perseguidas por el Código Penal y luego por la Policía, incluso cuando ya se encontraba despenalizada”, explicó Alejandro Velázquez, historiador egresado de nuestra Casa de Estudios. 

A partir de un recorrido por el Museo y Archivo Lux Non Occidat, nuestra comunidad externadista y participantes de la Revista Lucem exploraron los conceptos propuestos por Erwin Panofky, a través de la iconología. Este enfoque se centra en la interpretación profunda y contextual de las obras de arte para entender no solo su apariencia, sino también su significado dentro de un contexto cultural e histórico más amplio.

“Pensamos las fuentes visuales como puentes para la historia. Entonces hicimos un  ejercicio práctico de análisis iconográfico e iconológico de las imágenes”, puntualizó la profesora del programa de Historia, María Cristina Pérez. 

A lo largo de los cuatro días de Tejiendo Memorias, uno de los puntos centrales de la discusión fue la idea de que, más que registrar la historia, se debe narrar de formas alternativas y disidentes. Este proceso implica un constante ejercicio de revisión y relectura de los registros pasados, tal como se mencionó en el Simposio de Estudiantes del programa de Historia de la Universidad Externado.

Felipe Arias, uno de los expositores invitados, historiador, docente y divulgador de contenidos culturales para RTVC, señaló que aunque se ha avanzado mucho en el estudio de estas narrativas durante al menos 90 años, es fundamental realizar un balance bibliográfico para identificar los hitos y mapear el desarrollo de estas formas de contar la historia.

Por su parte, Carlos Camacho, historiador de la Universidad Nacional de Colombia (sede Medellín) y doctor en historia de la Universidad Paris I Panthéon Sorbonne, subrayó que el término «narrativa» ha adquirido connotaciones modernas y, a veces, problemáticas.

“Con la popularización de las redes sociales y el contenido viral, el significado de narrativa se asocia en ocasiones a versiones parciales o interesadas de los hechos. Esto obliga a los académicos a establecer un consenso sobre qué implica hablar de ‘narrativas históricas’”, puntualizó. 

La colaboración entre historiadores(as) y artistas fue otro tema de relevancia en el evento. Se discutió la importancia de trabajar en equipo para lograr resultados que enriquezcan tanto la práctica histórica como la artística. Las(os) expertas(os) coincidieron en que estas alianzas permiten superar las limitaciones existentes. 

Así, Tejiendo Memoria finalizó con una reflexión sobre la necesidad de deshacerse de los prejuicios que han acompañado a la historiografía desde su profesionalización. Durante casi un siglo, la disciplina ha privilegiado un enfoque analítico y descriptivo, dejando de lado la narración. Recuperar el valor del relato y hacerlo dialogar con el arte puede ser la clave para generar un impacto cultural duradero.