Las comunidades del páramo: ¿actores centrales para su cuidado y protección?
Dolly Cristina Palacio
Trabajadora Social, Ph. D. en Desarrollo y Medio Ambiente
Profesora investigadora, directora de la Maestría en Estudios del Territorios, miembro del Área de Procesos Sociales, Territorios y Medio Ambiente, del CIDS
Los páramos son ecosistemas de alta montaña típicos de los Andes, situados en Colombia, Ecuador, Venezuela y Perú. Según el Instituto Humboldt, en Colombia se encuentra el 60,5 % de ellos, con 2.906.137 ha, representados en 21 complejos de páramo, los cuales prestan servicios ecosistémicos importantes como la regulación hídrica, la regulación climática y el almacenamiento de carbono, entre otros. También contienen una biodiversidad única y de gran valor. Es importante reconocer que el páramo constituye el espacio vital de comunidades humanas que han desarrollado ahí unos sistemas de vida, cuya identidad está íntimamente ligada con este entorno. Su vulnerabilidad debe considerarse en tanto que pueden ser un actor clave para el cuidado y protección de estos ecosistemas, tan importantes para la sostenibilidad territorial y la regulación hídrica en el país.
En Colombia un alto porcentaje de la población tanto urbana como rural depende del agua que proviene de estos ecosistemas. Sin embargo, se pueden reconocer procesos de degradación provenientes de usos agropecuarios, mineros y de captación de agua. Atendiendo esta situación, el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible (MADS) tomó medidas en la última década, con el fin de regular su uso y detener su destrucción; proceso que derivó en la promulgación de la Ley 1930 de 2018. En esta búsqueda, propuso términos de referencia con el propósito de contar con insumos técnicos a escala 1:25.000, para reglamentar la delimitación como una medida tecnocrática.
El Instituto Humboldt lideró los estudios, y el área Procesos Sociales, Territorios y Medio Ambiente, adscrito al CIDS de la Universidad Externado de Colombia, realizó la caracterización socioeconómica y cultural de los complejos de páramo Chingaza y Sumapaz-Cruz Verde, en 2014. Estos estudios permitieron visibilizar las distintas afectaciones que la delimitación de estos ecosistemas de páramo puede causar a los pobladores, cuyos vínculos con los territorios de páramos son una clave importante para la gobernanza ambiental y territorial de dichos ecosistemas.
El desarrollo de la investigación estuvo a cargo de un equipo interdisciplinar compuesto por 25 personas, en el cual participaron antropólogos, trabajadores sociales, geógrafos, politólogos, psicólogos, arquitectos urbanistas y estadísticos. La investigación tuvo una duración de siete meses, tiempo en el cual se desarrolló la estrategia metodológica multiescalar, multifase y por dimensiones del territorio, que incluyó, además de una revisión bibliográfica, de fuentes de archivo y bases de datos, dos etapas de trabajo de campo: la primera en municipios del entorno local de los dos complejos, que buscó ofrecer una lectura de la relación de los municipios con el páramo; la segunda en algunas veredas en y próximas al páramo, que se propuso un entendimiento de las dinámicas socioeconómicas y culturales de las veredas que tienen páramo en cada complejo. Otra parte del trabajo de campo estuvo orientada a la realización de entrevistas, grupos focales con diversos actores y asistencia a eventos convocados por los diversos movimientos sociales relacionados con la defensa del páramo, con el objetivo de conocer sus acciones y obtener insumos para las recomendaciones en el marco del proceso de la delimitación de páramos.
La investigación en los complejos de páramos de Chingaza y Cruz Verde-Sumapaz hace un análisis histórico sobre el poblamiento y migración en los páramos; identifica los cambios en el uso del suelo y la transformación del paisaje; hace una caracterización socioeconómica y cultural de los municipios con jurisdicción en páramo y en las cuencas hidrográficas del entorno regional. También identifica y caracteriza los grupos humanos y su relación con el territorio, incluyendo la valoración social de los servicios ecosistémicos, en los municipios priorizados; detecta las figuras, instrumentos e iniciativas de gestión territorial y ambiental de carácter formal e informal con incidencia en el páramo; caracteriza las redes de actores sociales con incidencia en el uso, manejo y conservación de los complejos a nivel local, regional, nacional e internacional. Este ejercicio permite identificar los conflictos ambientales más importantes y los sistemas de gobierno y control que dan forma a la construcción social del territorio, para concluir con la formulación de recomendaciones tendientes a la gobernanza ambiental de los complejos de páramos.
Se diseña para cada complejo una cartilla de los principales hallazgos con vistas a la socialización de resultados con las comunidades de 53 municipios que comprendieron el área de estudio: 28 con jurisdicción en Chingaza y 25 en Cruz Verde-Sumapaz. Con base en estos resultados se propone un policy paper sobre “Desafíos para la gobernanza de los páramos frente al cambio climático”.
La ley de delimitación de estos ecosistemas es una medida controvertida. Ha suscitado grandes movilizaciones sociales en pro y en contra, como se ha visto en la difusión que han hecho los medios en el caso emblemático de Santurbán. Si bien es indudable su importancia, es importante reconocer que una decisión tecnocrática pone en peligro los modos de vida de comunidades del páramo y su capacidad para protegerlos.
No obstante, los páramos son lugares donde son evidentes los conflictos ambientales por el agua y la tierra y sus recursos. En Chingaza y Cruz Verde-Sumpaz se observan particularidades sobre todo en cuanto a los distintos niveles de organización de sus comunidades. La producción de papa, la ganadería extensiva y la minería legal e ilegal son factores comunes. La demanda de agua por parte de Bogotá y la infraestructura asociada para su captación son elementos que afectan la justicia hídrica de la región, así como el relleno de Doña Juana y la expansión urbana de Bogotá y su zona metropolitana se presentan como amenazas, debido a los impactos que estos procesos tienen sobre el territorio. Urge el ponerse de acuerdo sobre la implementación de medidas para mitigar la afectación productiva con mecanismos de compensación a las comunidades. La Universidad Externado, como actor situado en el territorio de estos complejos de páramo, reconoce su compromiso en la formación de ciudadanos conscientes de su papel en la defensa y en la gestión colaborativa de la alta montaña y su impacto en el futuro de la región, sus habitantes, su biodiversidad y su importancia frente a la mitigación del cambio climático.
Enlaces de interés:
https://issuu.com/dianamorales011/docs/chingaza_completo