Tejido de vínculos en los territorios del agua con sus defensores, en el sur de Bogotá
Dolly Cristina Palacio
Trabajadora Social, Ph. D. en Desarrollo y Medio Ambiente
Profesora investigadora, directora de la Maestría en Territorios y miembro del área Procesos Sociales, Territorios y Medio Ambiente, del CIDS
En un compromiso de largo aliento, el grupo Procesos Sociales, Territorios y Medio Ambiente, adscrito al Centro de Investigaciones sobre Dinámica Social (CIDS) de la Facultad de Ciencias Sociales y Humanas de la Universidad Externado de Colombia, ha venido acompañando la acción ciudadana ambiental, tanto en la ciudad como en la ruralidad de Bogotá. Empezamos con la formulación participativa de políticas públicas, como fue la de los humedales del Distrito en 2006. También, hicimos contacto con los 19 acueductos comunitarios, organizados en la Red Territorial de Acueductos Comunitarios –AC– de Bogotá (RETACO), con funcionarias de la Dirección Comunitaria e Ingeniería Especializada de la EAAB, en 2011. Con estos actores formamos una red tripartita (academia, empresa, organizaciones sociales) para la gobernanza del agua, donde los AC fueron reconocidos como uno de los actores claves para la defensa del agua en un territorio que abastece cerca de dos millones de habitantes de la ciudad.
Nos presentamos a la convocatoria de Colciencias 569 del Programa de Ciencias, Tecnología e Innovación en Ambiente, Biodiversidad, con el proyecto “Territorios del agua y redes de práctica y aprendizaje para la apropiación social y la gestión colaborativa del agua en el borde sur del Distrito Capital”, en 2012. Este proyecto resalta la gestión comunitaria del agua, la historia ambiental y de los acueductos, el saber de los actores que los crean y los problemas que enfrentan, con el objetivo de revalorar y generar conocimientos compartidos sobre las prácticas asociadas al uso del agua. Analizar y fortalecer estas prácticas en torno al uso y manejo del agua en el borde sur del Distrito Capital por parte de los acueductos comunitarios y las interacciones con los distintos actores de la gestión del territorio, buscaba construir alternativas para la gestión colaborativa del agua.
El proyecto, que se realizó entre 2013 y 2018, abordó tres dimensiones: i) la ecológica, asociada a la gestión integral del agua y el saneamiento; ii) la producción agroecológica asociada con el hábitat rural-urbano y los procesos de contención de la expansión difusa de la ciudad, y iii) la identidad de los pobladores urbano-rurales.
Con el objetivo de discutir estas formas de gestión del territorio, este proyecto indagó sobre cómo la memoria, las prácticas y los saberes de los pobladores establecen vínculos con el territorio, al tener el agua como criterio fundante del poblamiento y cómo lo resignifican. También se preguntó sobre el papel de los bordes urbano-rurales del Distrito Capital en relación con los procesos de gestión integral del agua y sus territorios culturales, explorando cómo se construyen nuevas formas de pensar y hacer el territorio en este borde.
Por otra parte, permitió preguntarnos sobre los conocimientos que se producen en el diálogo reflexivo entre los actores institucionales que sustentan un conocimiento científico-técnico y los actores de gestión comunitaria del agua, en escenarios de diálogo y participación social. Buscamos así mismo identificar nuevas formas de gestión del territorio, resultado de los diálogos reflexivos y sobre el papel de la academia como facilitador de estos diálogos.
Este proceso de reflexión, investigación y acción conjunta se recoge en el libro digital Fuentes vivas en el borde, que se ha difundido en un proceso de socialización tanto en el territorio como en eventos especializados de manera continua y permanente.
En este libro recogemos un conjunto de reflexiones colectivas de una experiencia de investigación colaborativa en la que participaron de manera directa setenta personas de distintas organizaciones, disciplinas y saberes, géneros y procedencias. Todos tuvimos en común, además de ser humanos que vivimos una experiencia en la Tierra, el compartir nuestro espacio de vida como vecinos de Bogotá. El reconocernos en un territorio común con responsabilidades y derechos comunes permitió entretejer este proceso investigativo.
Los hallazgos, reflexiones y aprendizajes permiten sugerir algunas pistas para la construcción de una gobernanza situada del agua, desde redes de práctica y aprendizaje reflexivas y propositivas. Entre los principales hallazgos reconocemos el agua como un servicio ecosistémico al borde. Los acueductos comunitarios y su relación con asentamientos rurales campesinos y procesos productivos se sustentan en el territorio y el agua que comparten con las fuentes que abastecen la ciudad del sur de Bogotá en constante crecimiento y expansión. Revisamos la centralidad que tiene el agua, en relación con el crecimiento urbano y la acción colectiva rural y urbana. Los grupos de interés y los movimientos sociales de distintos sectores que representan los procesos populares en el sur buscan reivindicaciones que están relacionadas con su derecho a un ambiente sano, a la salud, la tierra y a la vivienda, entre otros.
Confirmamos que los acueductos comunitarios son un actor fundamental en la gestión del agua y las propuestas de ordenamiento del borde urbano rural del sur de Bogotá. Así mismo, analizamos los problemas y oportunidades de los procesos de ordenamiento territorial y de las políticas públicas para la construcción de gestión social del territorio y el agua, aprendiendo del análisis institucional y de políticas públicas en el borde sur, sobre los encuentros, desencuentros, consensos y disensos. Por último, recogimos los aprendizajes en la red tripartita.
Es claro que el modo de vivir urbano se impone sobre el territorio del sur de Bogotá. Este parece ir expandiéndose y a su paso desapareciendo maneras de vivir campesinas tradicionales que, si bien no son perfectas, tienen claves importantes para ofrecer opciones complementarias y necesarias de ocupación, uso y valoración del territorio. Estos saberes, aún insertos en la memoria y en las prácticas de sus habitantes, pensamos que pueden ser aprovechados por el gobierno de la ciudad para crear gobernanzas ambientales basadas en la gestión colaborativa del agua. En la idea de lograr continuidad de este proceso, desde la Facultad de Ciencias Sociales hemos creado un espacio de pasantías territoriales en colaboración con RETACO y la Dirección Comunitaria de la EAAB, con quienes desde 2019 venimos trabajando conjuntamente. En este proceso proponemos, con las comunidades y sus líderes, acciones para establecer nuevas rutas posibles en las formas de vivir en este lugar.