Estrategias para hacer auditoría forense 360°: una forma de combatir el fraude fiscal

En un evento organizado por la Facultad de Contaduría Pública, expertas(os) nacionales se reunieron para abordar uno de los problemas más apremiantes en la gestión pública y privada: la lucha contra el fraude financiero y el lavado de activos.

En la era de la digitalización y el crimen financiero sofisticado, la auditoría forense ha emergido como un mecanismo que ayuda a revelar operaciones sospechosas, flujos de dinero ilícitos y fraudes que amenazan la estabilidad económica. Durante el IX Encuentro Internacional en Contabilidad y Gestión, realizado en la Universidad Externado de Colombia, este enfoque se convirtió en el protagonista de un debate vibrante y lleno de reflexiones.

Desde el inicio de la jornada, Alexandra Cárdenas, directora de la Unidad de Investigaciones Especiales de la Contraloría General de la República, dejó claro que el enfoque preventivo es crucial para evitar la pérdida de recursos públicos en Colombia.

“Nuestra labor diaria implica un control riguroso sobre la contratación pública y la identificación de operaciones sospechosas que puedan generar riesgos al erario”, explicó.

Según Cárdenas, los hallazgos de la Unidad de la Contraloría no solo buscan sancionar la corrupción, sino también prevenirla: “En ocasiones logramos recuperar recursos o asegurar que el contratista cumpla con su obligación, evitando así un daño irreversible”.

Por su parte, Luis Merchán, fiscal de la Dirección Especializada contra el Lavado de Activos de la Fiscalía General de la Nación, enfatizó la importancia de un enfoque interdisciplinario en la investigación penal. También dijo que uno de los mayores desafíos radica en mapear la conducta reprochable dentro de una compleja red de actos delictivos.

“Cada caso se aborda mediante un programa metodológico en el que participan investigadores, analistas y peritos para construir hipótesis jurídicas sólidas y avanzar en la identificación de los responsables”, señaló.

Una mirada a la auditoria forense global

La perspectiva internacional fue introducida por Ervyn Norza C., exjefe del Observatorio del Delito de la Dijin e Interpol, quien destacó los avances tecnológicos en la lucha contra el crimen financiero y advirtió que la cooperación internacional sigue siendo clave para abordar delitos que trascienden fronteras:

“Hoy hablamos de herramientas que hace años parecían utópicas, como agentes encubiertos digitales y el análisis integral de redes sociales, las cuales han permitido enfrentar la cibercriminalidad con mayor eficacia (…). Es fundamental contar con un marco jurídico global que facilite las operaciones transnacionales en materia de activos”, dijo.

Luis Fernando Llinás, director de la Unidad de Información y Análisis Financiero (UIAF), cerró la jornada reflexionando sobre el papel de los datos en la prevención del lavado de activos. “Nuestra labor no es investigar ni juzgar, sino ofrecer información de inteligencia que oriente investigaciones más profundas”, explicó.

Llinás resaltó que la clave está en fortalecer la auditoría forense como herramienta para identificar patrones delictivos y coordinar esfuerzos con las superintendencias del sector financiero y real en Colombia.

El encuentro también permitió identificar tendencias preocupantes, como el aumento del fraude y el lavado de activos durante la última década. Norza apuntó que, en América Latina, estos fenómenos crecieron entre un 180 % y 350 % durante la pandemia, debido al traslado de actividades ilícitas a entornos virtuales. “Este espacio de discusión nos impulsa a repensar nuestras estrategias para enfrentar amenazas en constante evolución”, concluyó.

A lo largo del evento, se hizo evidente la necesidad de articular capacidades institucionales para responder de manera eficaz a los desafíos que plantea el fraude. Las ponencias y debates dejaron claro que la auditoría forense no solo es una herramienta técnica, sino un método hacia la construcción de una gestión más transparente y responsable.

En palabras de Cárdenas: “El control preventivo no solo evita el daño, sino que fortalece la confianza en las instituciones”. Una lección que, sin duda, resonará en los esfuerzos futuros por combatir el fraude en todas sus formas.