Ser externadista es mucho más que un título: es un vínculo que une generaciones
Nuestras(os) egresadas(os) de la promoción 2004 C regresaron a su Casa de Estudios para recordar, en compañía de sus amigas(os), profesoras(es) y colegas, las aulas que los vieron crecer y los valores de su alma mater, que permanecen en sus corazones.
Durante este encuentro, el pasado se convirtió en presente. Las risas, los abrazos y los recuerdos fueron los pilares para que todas(os) compartieran sus experiencias en los días de estudio, las amistades que fortalecieron por cinco años y la pasión por los valores externadistas, esos que aún después de 20 años los sigue uniendo.
“Para mí es un orgullo y un placer volver a ver tantas caras conocidas después de todo este tiempo. El espíritu externadista sigue intacto, por lo que es un gusto saber no solo qué estamos haciendo profesionalmente, sino también volver a reencontrarnos como colegas, amigos y compañeros. Creo que estos escenarios son fundamentales para seguir fortaleciendo los lazos que tenemos. Agradezco a nuestra Casa de Estudios por el espacio y por esta reunión, que estoy segura se seguirá realizando por muchos años”, señaló Martha Pabón, egresada de nuestra Universidad.
Este encuentro, al cual también asistieron nuestro rector, Hernando Parra Nieto; la decana de la Facultad de Derecho, Emilssen González de Cancino; y el director de la Asociación de Antiguos Alumnos, Julio Ignacio Medina, se convirtió en una celebración de amistad y de legado externadista. Nuestras(os) egresadas(os) destacaron cómo los valores aprendidos en su alma mater han sido la guía en sus trayectorias personales y profesionales.
“Ustedes y yo, incluidos nuestros consagrados maestros, compartimos la tarjeta profesional donde aparece el nombre de nuestra universidad, y ese solo hecho sigue siendo un indicador de tradición, de conocimiento y de respeto en un país de abogados, en donde, poco a poco, las tradiciones van cediendo terreno a la improvisación, la desinformación y los insultos”, señaló Jaime Honorio.
y añadió: “Le doy gracias a la vida por la fortuna de haberlos conocido. Les deseo que la vida les sonría, que la muerte se demore, que ganen pleitos, que vivan a tope, que tengan hijos, que lloren de felicidad, que abracen a quienes amen, que ignoren eso de poner la otra mejilla y que ejerzan aquello de que toda consulta genera honorarios”.
Este emotivo encuentro evocó memorias, fortaleció el sentido de pertenencia de nuestras(os) externadistas, quienes recordaron que ser egresadas(os) del externado es llevar consigo un compromiso con la excelencia, la ética y la solidaridad, valores que continúan marcando la diferencia en sus vidas y en la sociedad.
Este tipo de encuentros son un recordatorio de que la Universidad no es solo un lugar de aprendizaje, sino un hogar donde los lazos de amistad y el legado académico perduran para siempre.