Una experiencia personal: recorrer el país para hablar de paz
Marcela Fernández y Gabriela Bruna son las pioneras de PAZabordo: a bordo de una ‘chiva’ recorren los pueblos y regiones rurales de Colombia, para hablar de paz con la gente y conocer cómo se está viviendo esta nueva etapa de nuestra historia.
En el marco del ciclo de conferencias de “Turismo y Posconflicto” de la Facultad de Administración de Empresas Turísticas y Hoteleras, se conoció esta experiencia de dos jóvenes que integraron su deseo de conocer el país, especialmente las zonas que estuvieron afectadas por la guerra, con su curiosidad acerca de cómo se está aclimatando la paz.
Han recorrido 12 departamentos y 36 municipios, financiadas por medio de un proyecto de crowfunding (financiación de iniciativas a través de Internet). En este cao, los fondos surgieron de un grupo de Facebook.
La idea nació después de la victoria del ‘No’, con el propósito de acercarse al mundo rural que, en la opinión de las viajeras, estuvo olvidado por el gobierno en el proceso de divulgación del Acuerdo de Paz con las Farc.
Al salir de Bogotá, se subieron a la ‘chiva’ 15 ‘pazageros’. “Al recorrer los municipios se nos fueron uniendo más y al final ya éramos 35”, indicaron las invitadas, quienes relataron que han participado profesionales de distintas áreas. Al llegar al primer municipio se encontraron con que la metodología que habían planeado, una serie de actividades para hablar de la paz y del acuerdo entre el Gobierno y las Farc, se iba desmoronando cuando descubrieron que lo que quería la gente era hablar con ellos, contarles sus problemas, explicar cómo sobrevivieron al conflicto y, en especial, hablar sobre lo que pensaban hacer a partir de ahora.
Durante los 45 días, los más de 4.000 kilómetros recorridos y más de $ 8.000.000 en gasolina, los ‘pazageros’ de la PAZabordo, la Chiva de la Paz, se encontraron con 89 iniciativas de las comunidades para el posconflicto y hablaron con 130 líderes quienes les presentaron 13 productos para comercializar.
“Una de las cosas que más nos sorprendió fue, primero, que en algunos municipios el Estado nunca llegó hablar sobre el Acuerdo de Paz y, lo segundo, que en otras comunidades ya estaban educándose para la paz desde mucho tiempo atrás de que se empezará a pensar en un trato entre el Gobierno y las Farc”, narró Fernández.
Durante su recorrido, los ocupantes de la chiva también decidieron realizar un listado de palabras que encontraron como términos que se deben tener en cuenta para formar paz con cada una de las comunidades:
- Operación retorno: resiliencia.
- Actores: víctimas y victimarios.
- Construcción de memoria: recordar lo sucedido, siempre, pero pasar la página.
- Empoderamiento de la mujer.
- El arte y el grafiti.
- Liderazgo.
- Agricultura.
- Desminado.
- Indígenas.
“La idea con esto fue también entender que no podemos llegar a las comunidades e imponerle los acuerdos o cómo pensar, nuestro objetivo es el de ayudarles y darles insumos para que ellos mismos construyan su narrativa desde su historia y definan entonces de dónde sale su paz”, explicó Gabriela.
Las invitadas compartieron con los estudiantes, en su mayoría de séptimo semestre de la Facultad de Administración de Empresas Turísticas y Hoteleras, que durante su recorrido tuvieron la oportunidad de hablar con desmovilizados de las Farc y que muchos de ellos se preocupan por su situación laboral y por la forma que la gente del común los pueda recibir.
Marcela y Gabriela aún decididas a aportarle a la paz de Colombia, son conscientes que aún les falta más del 60 por ciento del país; el objetivo es llegar a todo el país y a los lugares más olvidaos.