Amadeus, del teatro al cine
Fue en 1895 cuando los hermanos Lumiére realizaron la primera proyección cinematográfica, en París. Desde entonces, han sido 125 años de luz en la historia del cine. En vísperas de los premios Oscar 2020, es placentero hablar de mi película favorita, no solo como recomendación para los lectores, sino como un homenaje a la efeméride del séptimo arte.
Milos Forman odiaba las obras de teatro de autor porque, según él, eran aburridas y nada interesantes para adaptarlas a la pantalla grande. Una noche del año 1979, en contra de su voluntad, asistió a una función del dramaturgo inglés Peter Shaffer y fue en ese momento que, además de cambiar de idea respecto a las obras de autor, decidió transformar la producción teatral en una obra maestra del cine: “Amadeus”.
Ganadora de ocho premios de la Academia en 1984, la producción de “Amadeus” fue monumental: la sola adaptación del guion, realizada por Milos y Peter Forman, tardó cuatro meses; se llevaron a cabo 1200 cástines para elegir 22 papeles oficiales y un año de grabación.
Rodada en Praga, ciudad que aún preserva el siglo XVIII en gran parte de sus calles y lugar de nacimiento del director, la película cuenta con el dinamismo cultural que se respira en la capital checa. Escenarios como el Museo de las Armas de Praga y el Teatro Estatal checo contribuyeron a mantener y equilibrar la atmósfera musical para las escenas de interiores. El Teatro Estatal (único salón dramático hecho de madera que aún se conserva en Europa Central), en particular, mantuvo viva la esencia poética de Wolfgang Amadeus Mozart, ya que fue allí mismo donde el músico dirigió el estreno mundial de Don Giovanni, una de sus óperas más destacadas. El mismo Milos confesó que ese gran hecho dio a la producción un sentido de humildad y respeto por el sitio.
Al advertir de nuevo cada uno de los elementos creativos de la película, confieso que percibí toda la belleza que Forman quiso transmitir, así como la impecable interpretación de los actores, la perfección en la dirección arte y, lo más importante, el primer plano de la obra maestra musical de “Amadeus”.
Espero que ustedes sientan lo mismo al verla.
*Reseña elaborada por Leidy Gómez, funcionaria de la Biblioteca.