Escribir al ritmo de los diferentes tipos de música del mundo
¿Qué es la escritura? ¿Para qué escribimos en la vida cotidiana, en la vida académica, en la vida laboral? ¿Qué es lo que marca la diferencia entre un buen y un mal escrito? Ninguna respuesta a estas preguntas sería sencilla, pero el Laboratorio de Escritura Creativa puede brindarte alternativas.
Al igual que los laboratorios de Biología y Química que conocimos en el colegio, el Laboratorio de Escritura Creativa externadista es un espacio de experimentación. Los materiales sólidos por excelencia son las palabras, los materiales líquidos invariables son las ideas, y la posibilidad de que unos u otros adquieran un estado gaseoso o plasmático depende de las combinaciones o de su exposición a factores como el ritmo, el tono, la progresión, la puntuación o la intensión poética, por mencionar solo algunos aspectos.
Escribimos para comunicar ideas que necesitan ser organizadas o examinadas, destiladas, corroídas o desechadas. Por eso, en el Laboratorio contamos con bitácoras y libretas de notas que nos permiten consignar cualquier ocurrencia; encendemos microscopios para analizar, contrastar y comprender las micropartículas de textos ajenos y propios; aprovechamos las probetas para filtrar o expandir elementos simbólicos que nos interesan; los morteros y pistilos agilizan los necesarios procesos de edición en lo que –contrario a lo que comúnmente se dice– no basta con solo borrar o tirar; y lo que queda después de ello, lo transportamos en pipetas o vasos de precipitado para compartirlo con cualquier otra persona que se anime a re-experimentar con la lectura y la escritura.
Ahora bien, lo que diferencia nuestro Laboratorio de cualquier otro es que lo que podría parecer rígido y aséptico es en realidad un constante juego, un ir y venir de risas, de sueños, de dudas, de experiencias, de silencios cómplices, de ironías y –particularmente este semestre– de músicas de distintos lugares y diferentes épocas.
En las tres semanas que han transcurrido desde que iniciaron nuestros encuentros, el Laboratorio de Escritura Creativa nos ha sorprendido por algo que –pese a todo lo descrito– nunca calculamos ni imaginamos que sucedería: ¡conocer y escuchar al ganador en la categoría intérprete masculino del Festival Externadista de la Canción 2022, cantando a capela para nuestro auditorio una bella trova que compuso allí mismo! Diego Vega, estudiante de Derecho, escritor en formación y ahora cantautor, emocionó con su voz a los demás participantes del Laboratorio: fieles visitantes que han creído en la suerte de poner a rodar el pensamiento creativo como si fuera una canica sobre una mesa de disección (por recordar a Lautréamont o a Rodari). De forma similar, Fidel Eslava nos recordó la importancia de que la universidad sea un escenario de aproximación a lo universal, que nos abra las puertas del conocimiento a través de encuentros singulares.
Fidel no es estudiante del Externado, pero sí un entusiasta lector, escritor y melómano, un asiduo participante de los programas culturales que ofrece la Biblioteca, quien recordó que siendo él niño (en los años sesenta), el acceso a la música era bastante limitado pues ésta se transmitía por medio de aparatos radiales que exclusivamente podían permitirse los terratenientes del campo colombiano, debido a los costos que tenían.
“A pesar de uno que otro instrumento, la música llegó a mi vida siendo ya adolescente. La radio llegó tarde, así que lo único que conocía musicalmente hablando surgía del canto de los pájaros y el murmullo del río”.
¿Te imaginas un mundo en el que la única música provenga de la naturaleza? ¿Días sin rock, sin salsa, sin jazz, sin reggaetón, sin rap, sin electrónica o cualquiera sea el ritmo con el que acompañes tus actividades? Para nosotros es como imaginar un mundo sin escritura, por eso te invitamos a acompañarnos todos los martes, de 5:00 p.m. a 7:00 p.m. en el salón 2 de la Biblioteca, como un regalo que puedes hacerte para experimentar con el tiempo y tus emociones, en un espacio que hará vibrar todos tus sentidos y te ayudará a dar rienda suelta a tu creatividad: la fuente primaria de una buena escritura.