“El aumento de los casos de violencia de género es devastador”
La Maestría en Estudios de Familia de la Facultad de Ciencias Sociales y Humanas llevó a cabo el I simposio: “Encuentros y desencuentros: políticas públicas, violencia de género y familias”, con el propósito de discutir sobre las problemáticas históricas que han afectado los derechos de las mujeres y de la familia, entendidas como violaciones a los derechos humanos.
Las cifras de violencia contra la mujer son alarmantes y merecen la atención de los gobiernos nacionales y la sociedad civil. Del mismo modo, se requiere la creación e implementación de políticas públicas que garanticen la protección de los derechos de la mujer. En el evento se hizo referencia específica a los casos de Brasil y de Colombia.
En Brasil, según explicó Lilia Guimaraes Pougy, investigadora y profesora titular de la “Escola serviço Social” de la Universidad Federal de Rio de Janeiro “el aumento de la violencia de género tiene cifras devastadoras y las mismas revelan el crecimiento de la violencia contra las mujeres.” Según datos extraídos en cinco estados brasileros, entre junio de 2019 y mayo de 2020 se registraron más de 960 casos de violencia sexual contra la mujer, y más de 450 feminicidios (asesinatos por ser mujeres).
En los casos de violencia contra la mujer, muchas veces los agresores son familiares o personas cercanas, y los ataques ocurren, en buena parte, en la propia vivienda de las víctimas, lo que indica falta de protección gubernamental.
También, la investigadora indicó que, en el caso de violencia sexual contra niños, muchos casos son detectados solo cuando las niñas quedan embarazadas y no siempre se consigue realizar el aborto de manera legal.
Guimaraes Pougy también resaltó que cerca del 75% de los episodios de violencia sexual contra la mujer terminan en feminicidios.
La investigadora hizo hincapié en que “tenemos que entender la forma particular en la que hombres y mujeres son oprimidos y no discutir quién es el más oprimido”.
Para la investigadora Lilia Guimaraes Pougy, “la producción de conocimiento en torno a la violencia de género debe estar radicada en una postura crítica al sistema capitalista que muestra su relación con el sistema dominante (patriarcal).” Y, en esta misma línea, contó que en Universidad Federal de Rio de Janeiro tienen dos centros de acompañamiento a las mujeres víctimas de violencia. La universidad debe formar investigadores y profesionales cercanos a las problemáticas de la violencia de género, agregó
Estas problemáticas que vive Brasil no son ajenas a la realidad en Colombia. Los casos de violencia contra la mujer, en nuestro país, repiten las condiciones señaladas. Son casos en los que, muchas veces, los agresores son la pareja o ex pareja sentimental, familiares o
personas cercanas. Del mismo modo, muchos de los ataques se dan en la casa de las víctimas. En Bogotá, según explicó Omaira Orduz Rodríguez, subdirectora para la Familia de la Secretaria Distrital de Integración Social, una de las localidades con los mayores índices de violencia contra la mujer es Kennedy. Y, por eso mismo, se están trabajando proyectos allí con el propósito de superar los estereotipos de género, entre otros.
Lisa Cristina Gómez, subsecretaria de Fortalecimiento de capacidades y oportunidades para las mujeres de la Secretaria Distrital de la Mujer, subrayó que cuando las agresiones implican una relación de parentesco muchas veces quedan establecidas como “lesiones personales” y no como intento de feminicidio. También contó que ha habido un número de casos significativo en el que los agresores son los hijos de las mujeres violentadas.
Omaira Orduz hizo referencia a la importancia de la articulación interinstitucional para la implementación de políticas públicas en Bogotá sobre la violencia de género. Y agregó: “desde la Secretaría de Integración Social tenemos la responsabilidad de sacar adelante el Plan Nacional de Prevención de Violencias que busca contribuir en la transformación cultural y social.”
Por último, Olga Amparo Sánchez, directora de la Fundación Casa de la Mujer, coincidió con la investigadora brasilera Lilia Guimaraes Pougy e indicó que “el patriarcado y el capitalismo se nutren mutuamente”.
También llamó la atención sobre los avances de las políticas públicas en Colombia: “Si bien es cierto que las políticas públicas han avanzado en las grandes ciudades, esa no es la realidad de todo el país, hay que ver los municipios más pobres, porque es allí donde no llegan estas políticas públicas.”
El debate en este tema es arduo y hay mucho trabajo por hacer para garantizar la protección de los derechos humanos de mujeres, niños, niñas y adolescentes. Estos escenarios académicos contribuyen a la visibilización del problema y a la búsqueda de soluciones y garantías.