Interrupción voluntaria del embarazo: perspectivas de un profesional de la salud
El espacio académico Voces filosóficas, del programa de Filosofía de la Universidad Externado de Colombia, invitó al Dr. Christiam Sánchez, médico especialista en ginecología y obstetricia, para dialogar con la comunidad académica sobre la interrupción voluntaria del embarazo desde una perspectiva médica.
Sánchez inició el conversatorio mencionando algunas cifras relevantes, indicando que, a nivel mundial, de cada 10 embarazos, 3 terminan en abortos inducidos y de esos 3, el 45% son inseguros. En Colombia el panorama no es muy diferente, pues el 3,2% de las muertes que se registran están relacionadas con el aborto y el 44% de los embarazos no planeados terminan en un aborto inducido.
El médico afirmó que se deben establecer una serie de estrategias que permita que las mujeres que interrumpen voluntariamente su embarazo no tengan repercusiones que afecten su salud física y mental. Para ello, es indispensable que las pacientes tengan acceso completo a educación sexual y métodos anticonceptivos, y reciban recomendaciones posteriores al aborto. En la sociedad se debe trabajar en la generación de espacios de discusión constructiva; y en el reconocimiento de la existencia de un marco jurídico que protege el derecho de la mujer.
También es importante reconocer y respetar los derechos de las pacientes; asesorarlas de manera integral y objetiva, eliminando los juicios de valor; garantizarles el acceso a servicios seguros; y eliminar el estigma social que hay alrededor del aborto y de la mujer que decide practicárselo.
Sobre la objeción de conciencia, el Dr. Sánchez explicó que esta no debe interferir con los derechos de las mujeres; no puede estar relacionada con una posición de desacuerdo con la paciente; y solo aplica para el profesional que aplica el procedimiento de forma directa, es decir, el médico que formula el medicamento o que hace la aspiración, según sea el caso.
Asimismo, mencionó algunas de las responsabilidades de los profesionales de la salud, entre las que destacó:
- Reconocer los derechos de la paciente para acceder a la interrupción voluntaria del embarazo.
- Conocer la red de prestadores a las cuales pueda direccionar a la paciente.
- Eliminar las barreras para el acceso a los servicios integrales.
- Evitar juicios de valor respecto a las decisiones de los pacientes.
- Garantizar una atención de calidad y con parámetros humanizados.
Por último, el médico hizo un llamado a reconocer que cada mujer tiene una realidad distinta a la de otras, y que un embarazo no deseado se puede dar por diferentes razones que deben ser respetadas. Sánchez concluyó que, los países con más políticas de aborto seguro, tienen menores tasas de aborto, porque complementaron esa política con otras sobre salud sexual y reproductiva.