¿Cuál es la situación de la profesión contable en Colombia?
El grupo de investigación SICO, el Observatorio de Pronunciamientos Profesionales de la Universidad Externado de Colombia, junto a la Defensoría del Contribuyente y del Usuario Aduanero – DIAN, realizaron la investigación titulada “Encuesta Nacional de la Profesión Contable 2017”.
Pareciera que a simple vista los profesionales en áreas administrativas, financieras y contables son los que tienen los futuros más promisorios. Esta situación puede cambiar de acuerdo a las condiciones laborales, sociales, formativas y económicas en las que desempeñan sus labores.
De acuerdo con información publicada a comienzos del 2018 por el portal web elempleo.com en el informe de Tendencias Laborales, la carrera de Administración de Empresas lideraba el mercado laboral colombiano con el 17,8%; seguido por Ingeniería Industrial con un 8,7%, el pregrado en Ingeniería de Sistemas se mantuvo en el tercer lugar, en el caso de la carrera de Administración de Negocios ocupó el cuarto lugar y en la quinta posición se ubicó la carrera de Contaduría Pública en este ranking que analizaba el porcentaje de participación laboral en Colombia.
Este último resultado lo ratificó la red de cooperación universitaria, Universia, al señalar que la inserción laboral de los profesionales contables alcanzaba un 6,3%. Debido a la escasez de información y a la falta de caracterización de esta población en Colombia, el grupo de investigación SICO, el Observatorio de Pronunciamientos Profesionales de la Universidad Externado de Colombia, junto a la Defensoría del Contribuyente y del Usuario Aduanero – DIAN– realizaron la investigación titulada “Encuesta Nacional de la Profesión Contable 2017”.
En el estudio, participaron 5.530 profesionales, que analizaron un total de 130 variables, enfocadas en la calidad de vida de cada individuo. El primer resultado que se pudo evidenciar fue el alto porcentaje del género femenino en este sector en el país: 51,6 por ciento, comparado con un 43,6 por ciento de la población masculina. Este factor se encuentra relacionado con la aplicación específica de funciones y la capacidad de coordinar múltiples tareas.
Dentro de los rangos de análisis, llamó la atención que un número considerable de encuestados a partir de los 20 años tienen un primer contacto con el mundo laboral. El segundo grupo generacional, comprendido entre los 38 y los 58 años fue el de mayor participación en esta encuesta. Los anteriores aspectos de evaluación y otros hallazgos de gran relevancia en este proceso investigativo pueden ser consultados a través del siguiente enlace.
El docente investigador de la Facultad de Contaduría Pública Diego Barragán, gestor de esta investigación, destacó aspectos relevantes del ejercicio profesional en nuestro país. Por ejemplo, la carga laboral vs la remuneración salarial, en ciertos casos no es equitativa. Además, en las posiciones jerárquicas que ocupan los profesionales en una organización, según la versión de los encuestados, los estudios posgraduales tienen un peso relativo: profesionales con especializaciones lideran áreas de las organizaciones mientras que algunos con maestría permanecen desempleados.
“Las personas tienen que motivarse y proyectarse observando las tendencias de la profesión. Si seguimos con una formación netamente técnica e instrumental nos vamos a quedar en el siglo XIX” indicó Barragán. En efecto: los procesos educativos se han enfocado en las destrezas para el quehacer profesional y ello ocasiona el deterioro de las condiciones de trabajo. A esto se suman las pocas opciones posgraduales (maestrías y doctorados) existentes en nuestro país. Por este motivo, el docente enfatizó en la búsqueda de opciones formativas a nivel internacional, y en la posibilidad de explorar alternativas de alto nivel para ejercer la profesión, específicamente en procesos analíticos.
Al final de este proceso se puede inferir que el contador público es un profesional de gran importancia a nivel organizacional, y que, sin duda alguna, mantiene su presencia en el mercado laboral. El reto está enfocado en la visión que tengan los profesionales para desempañarse en roles que involucren un pensamiento más crítico y evitar conformarse con la ejecución de procesos establecidos.