Dos ganadoras del Concurso de Poesía del Externado, publicadas en ‘Un libro por centavos’

Andrea Cote y Luz Andrea Castillo, ganadoras del Concurso Nacional de Poesía de la Universidad Externado, están presentes en las ediciones de la Colección ‘Un libro por centavos’.

“Es una alegría que la poesía nos una en nuestras distintas soledades y en nuestras distintas esquinas del mundo. Hablar de ‘Un libro por centavos’ para mí siempre ha sido admirable, no sólo por el modo en que esta colección constituye el arco a través del cual la poesía colombiana se extiende a lo largo del tiempo —en ella podemos leer poetas del medioevo hasta jóvenes contemporáneos—, sino en el arco del espacio; gracias a la excelente divulgación y distribución, estos poemarios llegan a todo el territorio del país”.

Con estas palabras, Andrea Cote, poeta de la colección, inició su intervención en la presentación del libro N°169 “Lo que ordena el ruego”, de la poeta Luz Andrea Castillo.

Cote se mostró sorprendida por la infatigable labor de la Universidad en el apoyo hacia este proyecto, que hoy alcanza el número 170, imposible de imaginar hace 17 años, cuando sus poemas fueron publicados en el N°2 de la Colección, luego de ganar en el 2002, el Concurso de poesía del Externado.  Sus palabras de agradecimiento y el deseo de larga vida a la colección aún resuenan en las pantallas de los computadores.

Andrea elogió el proyecto y resaltó la labor importante de una Universidad en la divulgación de la nueva joven poesía, al presentar la obra de Luz Andrea Castillo, quien también fue acreedora del premio de poesía Externado de Colombia en el 2004 y que, gracias a ello, aparece su publicación en julio de este año, bajo el número 169 de la Colección.

Según Cote, “Luz Andrea Castillo se preocupa por los temas fundamentales de la poesía, e imprime vigencia en ellos, como, por ejemplo: el tiempo, el silencio, la vida, la muerte, la relación entre el ser humano y el lenguaje, entre otros; ella se refiere a los libros de Castillo, como una columna de humo sobre el blanco, como si las palabras se posaran sigilosamente, como una marca de agua, en la cual ella no quisiera imprimir la violencia de la tinta sobre el papel.  Su trabajo creativo lo relaciona con el humo que, aparte de su ligereza y liviandad que tiene su quehacer, ello lo logra todo.  La poesía de Luz Andrea es un ejercicio en el que la palabra se despoja de todo accesorio”:

Madre

no tengas miedo
no es hoguera mi alma
ni duele como crees.

Es sólo una torpe costumbre de recordar lo que no pasa
y una ira que se enciende.

cada vez que pienso
en el primero que intuyó
las seis letras del Olvido

*

La muerte se levanta

Emerge en la noche desde el centro de las ramas
y crece en los sueños como negra mariposa

Mágica

mira sin ser vista
atrás de nuestros ojos

*

Te vendas

pero la herida es más grande que el cuerpo.

Tres poemas de Luz Andrea Castillo que comprueban las palabras de Andrea Cote: lenguaje despojado de accesorios, lugares donde el lenguaje no alcanza a llegar.

En ellos, entre líneas, nos topamos con su silencio, nuestro silencio, su dolor, nuestro dolor.

La velada terminó con un encuentro entre la familia. Para despedirnos, el rostro de su sobrina, una niña que iluminó la pantalla con sus ojos desbordados de admiración y orgullo hacia esa tía que leyó bellos versos.