Advertencia sobre los mortales efectos del asbesto y el aumento de su producción y comercialización en Colombia
En una charla organizada por el Departamento de Derecho del Medio Ambiente, Silvia Gómez, representante de Greenpeace en Colombia, alertó sobre los mortales efectos del asbesto y la poca atención que le prestan en el país.
Después del atentado mortal del 11 de septiembre del 2001 en Nueva York, Estados Unidos, que dejó más de 3.000 muertos, el mundo empezó a conocer con mayor profundidad un problema derivado de esta tragedia, que estaba matando y aquejando a toda la población desde sus propios hogares: el asbesto.
Las Torres Gemelas, en su aterradora caída, esparcieron más de 2.000 toneladas de esta fibra y las autoridades del mundo dispararon diferentes alarmas sobre su letalidad.
Hoy en día, según la conferencista Silvia Gómez de Green Peace, más de 56 países han prohibido este material que es utilizado en diferentes procesos como calderas, conductos para hornos, cartón grueso, materiales para insonorizar o decorar, compuestos para resanado y empalme, pinturas con textura, techos, tejas y enchapes.
En Colombia, sin embargo, las cosas van en otra dirección. De acuerdo con las cifras mundiales de comercio del asbesto publicadas por el Servicio Geológico de los Estados Unidos, conocido en inglés por sus siglas USGS, el consumo de este mineral en Colombia aumentó un 26% en Según la experta, el uso de asbesto en el país pasó de 20.048 toneladas en 2011 a 25.164 en 2012, dejando, según datos de su organización, 320 muertes al año a causa de cáncer de pulmón, cáncer de ovario, cáncer de laringe, mesotelioma, asbestosis, placas, engrosamientos y derrames pleurales, enfermedades que se producen por el contacto con este nocivo mineral.
“En Colombia el asbesto es producido en grandes cantidades: para el año 2007 fue el sexto país
que más producía asbesto a nivel mundial. Además, Colombia también comercializa muchos
productos con asbesto”, apuntó Gómez.
Por esta razón está ONG ambientalista viene trabajando hace varios años en la difusión de los peligros que tiene este mineral para los seres humanos. Gómez cuenta que su causa se unió a la de Ana Cecilia Niño, una mujer que falleció en enero del 2017 a los 42 años por un cáncer de pulmón. Niño luchó durante ocho años por la prohibición de este mineral en Colombia, luego de que, al estar expuesta por 17 años al asbesto, adquiriera la enfermedad que la llevó a perder la vida y dejar a su esposo e hija.
En el 2016, Ana Cecilia y su esposo demandaron al Estado colombiano ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos. Al reclamar la protección a los derechos fundamentales a la vida, la salud, un medio ambiente sano, y el derecho humano a la protección judicial, le pedían a la CIDH una serie de medidas cautelares. Esta ley por la que lucho Ana Cecilia por muchos años ha pasado por el Congreso ocho veces y ocho veces se ha hundido.
“Actualmente Greenpeace se unió a la causa de Ana Cecilia para que alcance mayor notoriedad pública. Hoy el reclamo por una #ColombiaSinAsbesto lo continúa Daniel Pineda, su esposo, y seguimos trabajando activamente para que se deje de producir con asbesto y que el gobierno promueva una ley que lo prohíba en el territorio nacional”, agregó la representante de Greanpeace Silvia Gómez.
Este miércoles el Senado de la República abordará por octava vez el proyecto de ley para la prohibición de este mineral en el país. Gómez solo espera que las cifras, que hablan por sí solas, impulsen la prohibición del asbesto y se cumpla con el sueño de Ana Cecilia: desterrarlo de nuestro territorio.