El arbitraje en tiempos de cambio y reformas
Este 2 de noviembre los Departamentos de Derecho Procesal y de Derecho de los Negocios de la Universidad Externado de Colombia realizaron las VI Jornadas de Arbitraje Nacional e Internacional, un encuentro que reunió a expertas(os) nacionales e internacionales que analizaron temas de relevancia en materia de arbitraje.
Durante la instalación del evento, el rector de la Universidad Externado, Hernando Parra Nieto, recordó que el arbitraje nacional e internacional se constituye actualmente como uno de los principales mecanismos alternativos de solución de controversias, el cual brinda un procedimiento eficiente y especializado, con el objetivo de dirimir aquellos conflictos que se suscitan en el sector empresarial, así como en aquellas relaciones contractuales entre las entidades públicas y las organizaciones privadas.
Diana Correa, árbitra independiente y docente de la Universidad Externado de Colombia, afirmó que la pandemia dejó muchos cambios en el ámbito legal y reglamentario del arbitraje: “la transparencia, sobre todo en materia de arbitraje de inversiones, revelaciones, conflictos de árbitros y la llegada de los terceros financiadores de años atrás, vienen construyendo unas nuevas líneas para el arbitraje internacional para hacer con la transparencia una especie de contrapeso a la tradicional confidencialidad del arbitraje”.
La profesora aseguró que otra línea común que identifica esos cambios en materia de arbitraje son los tiempos: “la práctica nos ha llevado a ver procedimientos largos, complejos y extenuantes, que pueden durar varios años, y eso ha hecho que, cada vez más, las instituciones y los estados traten de promover cambios para acelerar y mejorar los tiempos, algunos en las prácticas de arbitraje normal y otras instaurando la famosa institución de los arbitrajes acelerados”.
El primer panel de las Jornadas, ‘Imparcialidad y deberes de los árbitros ¿hacia estándares más altos?’, fue moderado por la profesora Daniela Corchuelo, quien aseguró que la imparcialidad y la independencia casi que son garantías fundamentales del debido proceso y son el fundamento de la confianza que deberían tener en la práctica las partes en sus árbitros: “y no solo en cada proceso sino que además de ello depende la credibilidad del arbitraje como un mecanismo de solución de controversias que sí funciona, que tiene credibilidad y que se ha fortalecido con el transcurso de los años”.
La docente también comentó que en los últimos años se ha visto una tendencia muy fuerte a fortalecer el deber de revelación a cargo de los árbitros y de las partes, y en general de las herramientas que están dispuestas en las legislaciones y reglamentos para que cada vez haya más transparencia y más imparcialidad en los arbitrajes.
Durante las Jornadas también se discutió sobre la tecnología, la celeridad del arbitraje, la transparencia y la confidencialidad, entre otros temas de interés.