El arte como mecanismo de resistencia: el caso de Agroarte
Las docentes del Externado, Yolanda Sierra y Nathalia Bautista apoyan sus trabajos de investigación en un proyecto liderado por jóvenes artistas de Medellín.
Se trata de Agroarte, un colectivo independiente que trabaja en las comunas de la capital antioqueña, con el propósito de integrar el arte y la agricultura a la vida de los ciudadanos que conforman la comunidad.
El proyecto vincula a niños, niñas, mujeres, jóvenes y adultos quienes, por medio de la música hip hop, la literatura, la cuentería y la agricultura, buscan construir un entorno alejado de la violencia y de los problemas sociales que, desde hace demasiado tiempo, permean las comunas de la ciudad.
Yolanda Sierra, docente – investigadora del Departamento de Derecho Constitucional y Nathalia Bautista, coordinadora del Centro de Investigación en Filosofía, han vinculado a Agroarte como caso de estudio a sus investigaciones, las cuales se desarrollan en el marco del convenio del Externado con la Universidad de Johannesburgo en Sudáfrica.
Las letras de las canciones de hip hop que los participantes de Agroarte componen e interpretan, según Yolanda Sierra, corresponden a denuncias sociales en contra de la violencia y la inoperancia del Estado colombiano. También en ellas se evidencian las peticiones para que el Estado garantice Derechos Humanos esenciales como la Salud y la Educación. Esto corresponde teóricamente a algo que la investigadora define como litigio estético.
Agroarte responde a un modelo de reparación simbólica para las víctimas de la violencia; Wilmar Botina, uno de los líderes del proyecto, afirma: nuestro discurso es desde la calle, pero también somos formadores. Descubrimos que (los participantes de Agroarte) no son sólo víctimas, sino que también pueden ser sembradores y sembradoras, raperos y raperas, cuenteros y cuenteras.
Al encuentro también asistió Ghido Alma, uno de los raperos líderes de Agroarte, quien, en vivo, interpretó su canción ‘mi país’, cuya primera parte expresa: “He nacido en un país donde la verdad es delito, donde al justo lo acribillan por no siempre hablar bonito, donde la mujer en casa es carente de respeto (…), he nacido en un país dominado por bastardos, que le mienten a su pueblo para después hacer daño, donde el dinero lo es todo, donde la gente comenta que estudiar tiene su costo y es duro pagar la renta”. Para Guido, el rapero se construye como un pensador de la calle y de la realidad.
Para concluir, los panelistas del evento coincidieron en que las víctimas de la violencia, luego de una violación masiva a los Derechos Humanos tienen el Derecho a la memoria, a la verdad y a la dignidad. Y afirmaron que es necesario que la sociedad civil entienda que las violaciones a los DDHH, son un asunto de todos y todas. Y que el Estado asuma la responsabilidad que tiene en estos casos.