La cuarta revolución industrial: el trabajo y la tecnología
En una nueva versión de las Jornadas de Derecho Laboral del Externado, organizadas por el Departamento del ramo, se estableció que, a pesar de las dificultades que puede generar en el mundo laboral, la introducción de tecnologías tendrá más beneficios que costos.
Según el último informe del Foro Económico Mundial (FEM), la presencia de máquinas generará grandes cambios en el mundo laboral, de aquí al 2025.
El reporte, que consultó a ejecutivos y especialistas en más de 300 compañías globales en 12 industrias –una muestra que, según la institución habla por más de 15 millones de empleados y cuyas economías aportan un 70 por ciento del PIB mundial– concluyó que tanto gobiernos como industrias deben invertir en los trabajadores para sacar mejor provecho de los beneficios económicos de la cuarta revolución industrial.
Este fue uno de los temas principales de la IV versión de las Jornadas de Derecho Laboral en las que se reunieron expertos en el tema, provenientes del Externado y de otras instituciones internacionales.
Varios de los panelistas hablaron sobre las ventajas de la inclusión de la tecnología en el mercado laboral actual. Si bien advirtieron los costos de acceso para determinadas regiones (América Latina y el Caribe), es un primer paso para comenzar a asumir que son más los beneficios de la tecnología que sus costos.
Muchos de ellos hablaron sobre la gran ventaja de los avances tecnológicos en la reducción de costos y la mejora en la calidad de vida, pues se harán las cosas de manera más sencilla.
Sin embargo, al mismo tiempo se expuso sobre la importancia de seguir luchando con las brechas laborales, en especial si la tecnología va avanzando tan rápidamente, esto a raíz de que, a lo largo de las últimas décadas, en la mayoría de los países industrializados – Canadá, Estados Unidos, gran parte de Europa, Australia y Nueva Zelanda– la desigualdad de ingresos, medida por el coeficiente de Gini, ha aumentado.
La desigualdad también se incrementó en Asia, incluyendo India y China, y en algunas regiones de África. Por el contrario, la desigualdad disminuyó en la mayor parte de América Latina y en algunos países africanos (ver el mapa). No obstante, América Latina sigue siendo la región con mayores desigualdades del mundo, un poco por debajo del sur de África.
Los asistentes a las Jornadas tuvieron la oportunidad de realizar diversas preguntas a los panelistas invitados y generar pequeños debates sobre los temas tratados.