La pandemia aceleró la implementación y adaptación de nuevas formas de trabajo, pero aún se trabaja en la reglamentación
Mónica Herrera, directora del Departamento de Derecho de las Telecomunicaciones, organizador del evento, indicó que “la pandemia del Covid-19 llevó a que gran cantidad empresas replantearan la necesidad del trabajo presencial, evaluando las alternativas de este. A su vez, los trabajadores han descubierto nuevos modelos de trabajo que les permiten mayor flexibilidad en el desarrollo de sus labores a algunos, pero mayores tiempos de dedicación laboral a otros”.
Paola Frías Ávila, docente investigadora de la Universidad Externado de Colombia, insistió en que hay que diferenciar las dos modalidades laborales ya que cada una tiene una normatividad distinta que es importante que las organizaciones se las den a conocer a sus empleados.
“No es lo mismo hablar de tele-trabajo que hablar de trabajo en casa y la razón fundamental que los diferencia es que uno es una modalidad plenamente establecida y la otra se desarrolla en momento excepcionales”.
Trinidad Londoño, especialista en Formas de trabajo de Bancolombia, sostuvo que la pandemia llevó a las empresas a buscar formas de optimización de los puestos de trabajo y del personal, para lograr mantener la planta existente hasta ese momento.
“Con la implementación del trabajo en casa y del ‘flexiworking’, se logró mantener y, en muchos casos aumentar, el personal que trabaja en la organización. La pandemia aceleró la adaptación de las personas a estas formas de trabajo”, precisó.
El Senador de la República, Carlos Fernando Motoa, señaló que “desde el Congreso se ha venido trabajando de manera ardua en el tema y reglamentando y corrigiendo sobre la marcha, ya que una situación extrema como la que generó la pandemia, no permitió ni adelantarnos, ni mucho menos tener una reglamentación perfecta de estas modalidades de trabajo que surgieron”.
“En este momento y con la ley, ambas modalidades: el Trabajo en Casa y el Tele-Trabajo, están reglamentadas y tanto las organizaciones como los trabajadores tiene deberes y derechos, con los cuales están protegidos”, explicó.
En cuanto a quiénes beneficia más estas modalidades de trabajo, los expertos concluyeron que tanto los trabajadores, como las empresas, se han visto beneficiados, ya que no solo tienen ahorros en temas como transporte, oficinas etc., sino que, además, pueden aprovechar las circunstancias para crecer.
“Para las grandes empresas estas modalidades tienen muchos beneficios; pero las que más se han visto impactadas positivamente, son las pequeñas y medianas empresas, y los emprendimientos, que pueden surgir de una mejor forma ya que se ahorran los costos locativos. En muchos casos también ha sido beneficioso para la economía del hogar ya que las personas se ahorran tiempo en desplazamientos y el costo del transporte, además de que pueden compartir más tiempo con sus familias”, explicaron.
Para Carlos Luis Ayala, asesor del despacho del viceministerio de Relaciones Laborales e Inspección, la ley y reglamentación de estas nuevas modalidades de trabajo están en constante cambio, debido a la evolución de la pandemia; de igual forma, indicó que se necesita una legislación más robusta que cubra todos los frentes laborales que se manejan en el país.