La revolución jurídica que desató el COVID 19 sobre las TIC
La red de telecomunicaciones del país está en capacidad de soportar el crecimiento de la demanda a causa de la epidemia que nos afecta; el Gobierno garantizará la prestación de un servicio elevado a la categoría de esencial, según Carlos Lugo, director ejecutivo de la Comisión de Regulación de Comunicaciones – CRC.
Si usted, amigo lector, descubre cualquier día de estos de cuarentena que su hija de quinto de primaria ingresa con mayor facilidad a su escuela y a sus materiales educativos de manera virtual que usted, que encuentra dificultades al tratar de conectarse a Netflix para ver su serie favorita, este hecho tiene su explicación.
Esta situación, que seguramente se estará repitiendo en muchos hogares colombianos, es una consecuencia directa de las medidas que, en las últimas semanas, ha expedido el Gobierno nacional, a propósito del surgimiento y desarrollo de la pandemia del Coronavirus. Fundamentalmente de la declaratoria de los servicios de telecomunicaciones como servicios esenciales (como el acueducto y la energía). Si se trata de un servicio esencial, su prestación tendrá que estar determinada por el interés público, esto es, se debe garantizar la continuidad en su prestación.
En virtud de estas nuevas medidas, se privilegian todas aquellas ‘direcciones’ que les permitan a la ciudadanos acceder de manera remota a las clases de colegios y universidades, la orientación a la ciudadanía en salud, al comercio electrónico, a los servicios del gobierno en general, entre otros; de esta manera se discriminan los contenidos de las plataformas por streaming como pueden Netflix o Youtube y, en esa medida, el disfrute de estos últimos puede limitarse de alguna manera.
Así lo explicó el abogado y profesor, Carlos Lugo, especialista en Derecho de las Telecomunicaciones, actual director ejecutivo de la Comisión de Regulación de las Comunicaciones de Colombia – CRC, expositor principal del webinar que realizó el 16 de abril el Departamento de Derecho de las Telecomunicaciones del Externado de Colombia, alrededor de “Regulación en materia de las TIC en medio del codiv-19”.
La regulación de las telecomunicaciones tiene un antes y un después del periodo comprendido entre el 13 de marzo y el 13 de abril de 2020. En ese lapso, la innovación ha marcado el ritmo de la normatividad que ha venido surgiendo en respuesta al desafío que planteó una realidad que nadie se esperaba.
Y si, por ejemplo, el tráfico en internet se concentraba antes en la franja de entretenimiento, hoy eso está cambiando de manera vertiginosa. Las disposiciones gubernamentales van dirigidas a señalar prioridades en el servicio, y a gestionar el tráfico en función de las necesidades de la sociedad, tal como se encuentra previsto en el Decreto 464 y en las disposiciones expedidas por la CRC sobre el particular.
Porque, según explicó el conferencista invitado, el propósito de hacer de internet un medio eficaz para mover la economía, un entorno para favorecer la producción que muchos líderes del sector en el país tenían como un sueño a mediano plazo, de buenas a primeras se convirtió en una exigencia a muy corto término.
Por supuesto que no se desconoce el papel crucial de los contenidos de entretenimiento en un momento como el actual, pero se colocan por delante la educación y las actividades productivas, lo que implica desafíos descomunales, si se consideran las grandes falencias de conectividad de los estudiantes en el país, y en empresas y negocios pequeños, especialmente informales. De manera que con la crisis llegó la oportunidad de digitalizar nuestra sociedad y cerrar una brecha muy profunda.
Por el momento, el manejo de la salud pública ocupa el primer lugar entre las prioridades del Gobierno, habida cuenta de que los canales digitales son, hoy por hoy, los más importantes medios de comunicación respecto de la situación del virus. Y luego facilitar el acceso de los estudiantes a sus clases y materiales al tiempo con el aumento de la cobertura. Además de consolidar el medio virtual para actividades productivas, por ejemplo, la facilitación del teletrabajo, del comercio electrónico y de los negocios que se llevan a cabo gracias a la mensajería.
Hacia allá se dirigen las disposiciones expedidas por el Gobierno en las últimas semanas, entre ellas los decretos 464 y 555 más 10 regulaciones de la CRC. Garantizar la continuidad de un servicio esencial; priorizar el acceso y gestionar el tráfico de contenidos. Flexibilizar los estándares de calidad y aumentar los canales digitales exclusivos para el servicio de salud como el Coronaapp y la línea 192. Otro servicio público importante que se prestará será el de orientación al ciudadano para desarrollar criterio en aras de ‘defenderse’ del impacto negativo de las llamadas fake news.
Para culminar su conferencia el director de la CRC aseguró que no existe amenaza de colapso de la red como se ha dicho en algunos medios y que el sistema de internet (que hay que diferenciar de las plataformas como Facebook o Whatsapp) está diseñado para soportar picos y tiene la capacidad de absorber el consumo, incluso, en horas pico.
Finalmente, de acuerdo con el conferencista invitado, las circunstancias han jugado en favor de la aceleración de procesos que antes de la epidemia se veían un tanto lejanos como la formación de una sociedad de ciudadanos digitales, en la que las TIC jueguen un papel decisivo en la búsqueda de la equidad y la igualdad de oportunidades.