Las prácticas caníbales, un reto para la sociedad y el Derecho Penal
Expertas en Derecho, Sociología y Antropología ahondaron en un tema que genera nuevos retos e inquietudes en la actualidad.
El Centro de Estudios sobre Genética y Derecho y el área de Cultura y Sociedad de la Facultad de Ciencias Sociales y Humanas, desarrollaron la primera sesión del ciclo de conferencias sobre “Cuerpo, Derecho y Cultura”, que giró en torno de ‘antropofagias y canibalismo’.
Para darle un enfoque interdisciplinar fueron invitadas las académicas Ángela María Buitrago, abogada, especialista y magíster en Ciencias Penales y Criminológicas, y doctora en Derecho y en Sociología Jurídica e Instituciones Políticas y Carolina Portela, antropóloga y doctora en Antropología social.
La doctora Buitrago enfatizó en la diferencia semántica que existe entre la antropofagia y el canibalismo, evidenciadas en la literatura: “jurídicamente lo correcto es hablar de canibalismo, entendido como la acción de que un hombre se alimente de otro hombre; la antropofagia se describe como la actividad de un ser vivo al alimentarse de un ser humano”, explicó.
También hizo referencia a los aspectos relativos a la ética y al delito y habló de la necesidad de entender y analizar las culturas y creencias bajo las cuales ciertos grupos o tribus, aún existentes en diferentes partes del mundo, practican actividades caníbales. En ese sentido, agregó, el Derecho Penal debe replantearse y considerar los aspectos culturales que rondan tales actividades.
Desde su posición de antropóloga, Carolina Portela puso de presente cómo en cierta medida la mayoría de seres humanos son caníbales, pues no es caníbal únicamente el que come y digiere partes del cuerpo humano, sino quien suple sus necesidades o se beneficia de las partes o tejidos de un ser humano.
Para ejemplificar lo anterior, se refirió a casos en los que, luego de dar a luz, algunas mujeres ingieren la placenta para adquirir beneficios que han sido mitificados en ciertas sociedades. Agregó que, incluso, cuando las personas, en su cotidianidad, se muerden las uñas o la piel de los dedos, también estarían incurriendo en prácticas caníbales.
Sobre el particular, citó dos conceptos: el canibalismo farmacéutico, referente a píldoras y cremas de placenta que están en el mercado y el canibalismo cosmético, entendido como el uso de grasa humana en este floreciente sector económico.
Finalmente, tanto las expositoras como los asistentes al evento concluyeron que realidades como las analizadas plantean numerosos vacíos e interrogantes para el mundo jurídico, en asuntos como el derecho a la vida y al libre desarrollo de la personalidad.