Los abogados y la tecnología
Durante una charla organizada por el Departamento de Derecho de los Negocios, Erik Vermeulen, director del Departamento de Derecho de los Negocios de la Universidad de Tilburg (Países Bajos), habló sobre la necesidad de involucrar más a los estudiantes de Derecho con las nuevas tecnologías.
Tras hacer referencia a la clasificación de los profesionales en Derecho en abogados litigantes y abogados transaccionales, el director del Departamento de Derecho de los Negocios de la Universidad de Tilburg (Países Bajos) centró su charla en subrayar la importancia de trazar nuevos esquemas al momento de ejercer esta profesión. Agregó que aún no se ve en las Facultades de Derecho o en el mismo ejercicio de la profesión una guía acerca de los cambios constantes que se están dando en el ámbito tecnológico.
“¿Qué es lo que se debe responder un recién graduado de Derecho? Steve Jobs lo dijo: ´pienso que nadie debería ser un abogado, pero ir a una clase de leyes puede ser bastante útil porque te enseña a pensar de cierta manera’. Con esta frase les quiero decir que no solo hay litigios, hay otro mundo más grande para ejercer”, apuntó el panelista.
Los abogados deben avanzar en función de los avances tecnológicos o las maquinas terminarán remplazándolos, aseguró el conferencista: “por ejemplo, en algunos bancos ya existen modelos de inteligencia artificial que se encargan de labores que antes realizaba un profesional en Derecho”, cuenta el experto visitante.
El invitado también se refirió a los abogados transaccionales, los cuales se centran en la redacción de documentos para diversas transacciones y luego negocian términos contractuales hasta que las partes estén satisfechas. Trabajan con clientes en transacciones de bienes raíces, formación de entidades comerciales, operaciones de préstamos y negociación de acuerdos fuera de las cortes.
“Este tipo de abogados se mueve en un ámbito diferente, trabaja con empresarios, emprendedores y personas que realizan todo tipo de transacciones, en especial involucrando la tecnología”, dijo.
Vermeulen fue enfático en señalar la necesidad de que la Academia comience a involucrar clases en las que se les enseñe a los profesionales en Derecho cómo y qué son el blockchain, el bitcoin y, en especial, los contratos inteligentes.
El contrato inteligente o electrónico es el que se realiza exclusivamente a través de algún medio digital cuando este posee, o puede poseer, una incidencia real y directa sobre determinado acuerdo entre dos o más partes: “y para esto se necesita de un abogado”.
“Aunque existan muchos mitos hacia nosotros (abogados) la gente no reconoce el valor que tenemos y lo necesarios que somos en estos procesos …. Debemos avanzar también con la tecnología”, resaltó Vermeulen.
Para el invitado, el futuro del Derecho y de muchas profesionales actuales, se encuentra ligado en un 90 por ciento a la tecnología, pues ya se está viendo que muchos procesos se están realizando por medio de big data y el uso de códigos. “Los abogados tienen que estudiar códigos, saber hacer contratos por estos medios y hasta bajar costos basados en ellos”, apuntó.
De esta manera los abogados del futuro serán una suerte de “ingenieros transaccionales”, de acuerdo con el término propuesto por Vermeulen. En esa dirección se deben incentivar los nuevos abogados, según su punto de vista.