La dinámica laboral en Colombia no se recupera
En febrero siguió subiendo el desempleo, la tasa de desocupados a nivel nacional fue 12,2%, lo que representa un incremento del 0,4pp con respecto al mismo mes del 2019.
Según la Gran Encuesta Integrada de Hogares (GEIH), para el mes de febrero de 2020 la tasa de desempleo fue 12,2% a nivel nacional, lo que representa un incremento en comparación al 11,8% para el mismo mes en el 2019. Sin embargo, es importante resaltar que este incremento se debe sustancialmente a la poca reactivación que el mercado laboral ha mostrado en los pequeños municipios y zonas rurales del país, donde las principales actividades económicas no están logrando suministrar los empleos necesarios para dinamizar el mercado laboral.
Por el contrario, los principales indicadores del mercado laboral muestran una recuperación en la generación de empleo en las zonas urbanas del país, dónde la tasa de desempleo fue 11,5%, 0,9 pp menos en comparación con febrero del año anterior. Dato significativo debido a la tendencia que presenta la tasa de desempleo de las zonas urbanas a ser superior a la tasa de desempleo nacional. Esto indica que la economía urbana ha venido mostrando una reactivación en la fuerza laboral, evidenciado principalmente en ciudades como Barranquilla, Cartagena y Bogotá.
Estos principales indicadores plantean una gran problemática. La economía colombiana presenta un mercado laboral débil, que no ha logrado reactivarse en todas las zonas del país y, cuyos avances en ciertas ciudades no alcanzan a ser lo suficientemente grandes para impactar en la dinámica laboral a nivel nacional.
Lo anterior resulta especialmente preocupante dada la incertidumbre económica por la coyuntura internacional. Los impactos que traerá la situación de emergencia sanitaria que se está viviendo a nivel mundial a causa del coronavirus, pueden llegar a afectar a aquellos sectores que precisamente estaban ayudando a generar más empleos en el país. Actividades económicas como la construcción, alojamiento y servicios de comida (las ramas que más contribuyeron en la generación de empleos), podrían dejar de jalonar la tasa de ocupados, produciendo que el mercado laboral para el siguiente mes vuelva a la tendencia en el incremento de la tasa de desempleo.
Por último, la situación del sector de comercio y reparación de vehículos también resulta inquietante. En esta coyuntura, bajo la cuarenta obligatoria y a expensas de cómo evolucione la situación, esta rama económica que aglomera más del 18% de los ocupados del país y que para el mes de febrero registró la mayor disminución de la población ocupada, puede sufrir grandes perdidas repercutiendo en las capacidades de esta actividad para generar empleo.