La economía colombiana creció menos, pero sigue siendo superior en la región
Así lo afirmó el decano de la Facultad de Economía, Julián Arévalo, durante una conferencia sobre el balance económico del gobierno de Juan Manuel Santos.
Con la promesa de reducir brechas de desigualdad y atraer la inversión al país, el próximo 7 de agosto Iván Duque se posesionará como nuevo presidente de Colombia, tras ocho años de gobierno de Juan Manuel Santos.
Si bien la paz fue la principal bandera del segundo mandato de Santos, la educación y el crecimiento económico fueron también pilares centrales de su gestión, cuya continuidad en el próximo gobierno, según expertos, será fundamental para mantener logros en distintos indicadores.
Precisamente el decano de la Facultad de Economía, Julián Arévalo, participó en una conferencia organizada por la Red por la Justicia Tributaria en Colombia, para analizar los resultados que deja el gobierno Santos en materia económica.
De acuerdo con Arévalo, la economía durante el actual gobierno creció un 3.8% promedio anual, 0.55 puntos porcentuales más bajo que el promedio de crecimiento anual de la presidencia de Álvaro Uribe, pero 0.61 puntos porcentuales por encima del promedio anual latinoamericano durante esos 8 años.
“En el 2010, Santos recibió un país que había crecido a las tasas más altas desde los años 70, y que había llegado a recibir inversión extranjera directa por encima de los 10 mil millones de dólares anuales. No obstante, Colombia enfrentó retos como el cierre del comercio con Venezuela, el freno al crecimiento económico, resultado de la crisis financiera internacional y una tasa de empleo informal de 58%”, explicó el decano.
En este escenario Santos apuntó a cinco ‘locomotoras’ para el crecimiento y la productividad, innovación, agro, vivienda, infraestructura y minería; mientras que en su segundo gobierno planteó una estrategia nacional de competitividad e infraestructura.
En materia agropecuaria y de desarrollo rural, a pesar del paro agrario y la inconformidad de productores del sector, el campo volvió a estar en la coyuntura nacional, tanto por los acuerdos alcanzados en esta materia, como en las cifras de crecimiento anual.
«En desarrollo agropecuario hubo un avance importante: abandonar la política de subsidios, pensando el desarrollo del campo en términos competitivos y sostenibles con un enfoque territorial. El reto es fortalecer la implementación de lo acordado en La Habana y no retroceder en lo que esto representa para el campo”, concluyó.