A finales del siglo XX el Estado colombiano comenzó a organizar un Sistema Nacional de Acreditación para garantizar el aseguramiento, la medición y la certificación de la calidad de las universidades colombianas, consciente de lo que esta significa para el desarrollo de un país, a la par que se establecieron los parámetros para determinar dicha calidad.
Así nació el Sistema Nacional de Acreditación en el Ministerio de Educación Nacional –MEN, que abrió sus puertas a todas las universidades del país interesadas en verificar sus condiciones reales, como un todo, y las de los programas académicos individualmente considerados. El Consejo Nacional de Acreditación –CNA, establecido por el MEN, está a cargo de estos procesos.
En un escenario educativo nacional en el que prima la cantidad sobre la calidad de las Instituciones de Educación Superior, obtener la acreditación resulta definitivo para marcar la diferencia y proyectarla a los aspirantes a ingresar a la universidad, a sus familias y al público.