135 años de educación para la libertad, de cara al futuro
El rector, Juan Carlos Henao, hizo referencia a la solidez del Externado que nos permite continuar la marcha a pesar de las dificultades.
En un solemne acto de conmemoración, los miembros del Consejo Directivo, el rector Juan Carlos Henao, los decanos de las facultades y otros personajes representativos de la comunidad externadista, celebraron los 135 años de historia del Externado de forma presencial en uno de los auditorios de la Universidad, mientras los demás externadistas hacían presencia desde la distancia.
El acto se inició con la lectura del aviso de apertura de la Universidad que, el 15 de febrero de 1886, publicó el diario La Nación, en el que se anunciaba la apertura de nuestra Casa de Estudios, un centro de educación en el que la libertad de pensamiento primaría y en el que sus estudiantes encontrarían paz, unión y amistad, para ser considerados y tratados como hijos de una sola patria.
En el evento se llevó a cabo un homenaje a los rectores fallecidos que dejaron sus valores y enseñanzas como un legado que ha permanecido vigente durante estos 135 años en la comunidad externadista: Nicolás Pinzón Warlosten, Diego Mendoza Pérez, Ricardo Hinestrosa Daza y Fernando Hinestrosa Forero.
Acto seguido, fueron recordados los maestros ausentes, en un ritual tradicional del Externado, en el que se los llama a lista, como una manera de evocarlos y agradecerles.
María Gabriela Montoya Caballero, estudiantes de la Facultad de Finanzas, Gobierno y Relaciones Internacionales, miembro principal del Consejo Directivo en representación del alumnado, leyó un cálido discurso en el que comparó las bellísimas flores y los enormes jardines de nuestro campus con las personas que han dejado su semilla en nuestra institución: “Esta Casa de Estudios ha marcado un antes y un después en nuestras vidas, no hemos recibido solo una formación académica, aquí nos han formado con valores únicos que identifican el Externado” subrayó.
En la misma línea resaltó: “Hay algo que habita en nosotros gracias a esta Universidad y es la necesidad de acción ante la injusticia y la desigualdad. Somos activistas en todos nuestros entornos y esto, queridas y queridos, nos ha dado eso que yo llamo: el sello externadista.”
Del mismo modo, la profesora emérita Emilssen González de Cancino y nuestro rector, Juan Carlos Henao, leyeron discursos que evocaron la historia del Externado, los valores propios del talante externadista, su espíritu revolucionario y algunos de los momentos de luz y tinieblas que ha vivido la Universidad.
La profesora González de Cancino reflexionó en torno a los desafíos de los últimos tiempos, la pandemia, los avances tecnológicos, y puso de presente cómo a pesar de estas transformaciones, el mundo mantiene sentimientos y valores perennes sobre los que vale la pena seguir luchando.
El rector señaló “Ciento treinta y cinco años después, aquí estamos, todos y todas, con nuestro ideario vigente y renovado, nuestra heredad sagrada fuerte, sólida y en transformación permanente, sobreponiéndonos con enorme trabajo y solidaridad a la dificultad de la pandemia, sin perder el rumbo, sin embargo, de lo que son nuestros intereses más sublimes: educar para la libertad de cara al futuro, para la tolerancia, para la probidad, para la democracia y el Estado Social de Derecho, educar para que ustedes, señoras y señores estudiantes, sean seres humanos pulcros, felices, sencillos, optimistas, creyentes en la perfectibilidad humana y promuevan así la solidaridad con sus congéneres, la disminución de las desigualdades y el afianzamiento de una ética radical y solvente; para que ustedes, señores profesores y señoras profesoras, sientan orgullo de renovar cada día con su labor el compromiso con el país y ejercer nuestro espíritu académico y pregonar nuestros principios, nuestra marca, nuestro ADN; para que ustedes, señores empleados y señoras empleadas, se emocionen cada vez que les pregunten dónde trabajan y respondan que pertenecen a esta noble causa y a esta noble casa”.
En la celebración, realizada de forma presencial y virtual, se interpretó el movimiento Allegretto Moderato de la sonata N° 1 para violín y piano de Saint-Saëns, a cargo de los maestros Sergei Sichkov (piano) y Luis Martín Niño (violín).