¡Bienvenidos a la nueva normalidad en el Externado de Colombia!
Nuestra fórmula ganadora es una mezcla enriquecida de las fortalezas construidas en 134 años de historia de la Universidad, y las alternativas de formación que han surgido en los últimos años con la irrupción de tecnologías emergentes de información y comunicaciones y que hoy han cobrado gran vigencia con ocasión de la crisis del Covid 19.
Ya nos lo han dicho por todos los medios: “las cosas no van a ser iguales” a lo que fueron antes de la pandemia. Pero más allá de la crisis y sus impactos inmediatos, las noticias son alentadoras, porque estamos ante la gran oportunidad de dar un salto cualitativo, de cambiar para mejorar, de ‘aterrizar’ los sueños aplazados muchas veces.
La excelencia no se improvisa
Y todo esto porque la excelencia académica que ha caracterizado al Externado en toda su historia antes que disminuirse se aumenta en la nueva normalidad. ¿Por qué?
- La calidad reconocida de los maestros del Externado permanece con ellos en el lugar donde se encuentren.
- Se mantiene la tradicional exigencia a los estudiantes, como forma de obtener su máximo rendimiento, desarrollar sus competencias y conservar el prestigio de los externadistas en el mundo laboral.
- Con la virtualidad, tenemos a nuestro alcance las conferencias, charlas, seminarios a cargo de figuras de primera línea de la academia mundial, incluso premios Nobel y de las universidades más reconocidas, a quienes invitar de manera presencial resultaría en extremo difícil.
- Las clases se pueden ver enriquecidas por nuevos medios, narrativas y lenguajes: videos, podcast, material multimedia.
- Con la virtualidad se flexibiliza el tiempo, puesto que no solo se puede aprender con el profesor conectado al mismo tiempo que los estudiantes.
- El paso al modo virtual nos exigió valernos de herramientas como la plataforma Zoom que permite asistir a clase en tiempo real y otras como las plataformas de administración de aprendizaje.
Las tradicionales fortalezas se suman a nuevas modalidades de alternancia, métodos, canales de interacción y recursos, en un proceso de repotenciación de los servicios académicos.
Esta transformación se apalanca en la actividad de e-learning que ha desarrollado la Universidad en sus últimos 10 años de experiencia en el diseño de múltiples estrategias de educación virtual. No estamos improvisando, estamos hundiendo el acelerador en procesos de virtualidad, gracias a la constante inversión en talento humano y recursos tecnológicos, que se mantendrá para desarrollar la docencia y el aprendizaje en las mejores condiciones. Bien sabemos que cada día los docentes necesitan más recursos para explicar temas, mientras que los estudiantes requieren más ayudas para aprender.
Para dar un solo ejemplo, ¿quién iba a imaginar hace unos pocos años que los estudiantes hoy tendrían a su alcance Ambientes Virtuales de Aprendizaje que emplean los docentes como apoyo o complemento de sus materias presenciales, y que en este espacio, adicional a la clase, confluyen los estudiantes y docentes para intercambiar contenido, comunicarse, interactuar y generar aprendizaje colaborativo?
Para finales del año, la Universidad espera tener 950 docentes con ambientes virtuales activos y 10.000 estudiantes participantes.
Proyectos a corto plazo
Y así como aumentar el número y calidad de los ambientes virtuales es una meta a corto plazo, también lo es la de incorporar nuevas estrategias metodológicas y evaluativas con herramientas como foros, wikis, blogs, sondeos, tareas en línea, glosarios digitales etc.
Además, la Universidad, por medio del Centro de Educación Virtual CEV, tiene entre sus objetivos promover en los docentes la curaduría de contenidos y la selección y producción de recursos educativos digitales; ampliar y profundizar el portafolio de cursos de capacitación de la Ruta Docente Digital; aumentar la complejidad del componente pedagógico y facilitar el acceso al recurso tecnológico.
Camino a la virtualización de otros servicios académicos
La construcción paulatina de versiones virtuales de los diferentes espacios académicos, sociales, de entretenimiento y servicios es otro de los proyectos que se adelantan como parte de la nueva normalidad. Avanzaremos en el concepto de campus virtual, en el que se desarrollarán las actividades universitarias cotidianas no solo académicas (clases, conferencias, seminarios, talleres, debates) sino las de bienestar (culturales, deportivas) y los servicios como medicina y psicología por mencionar apenas algunas. Esto significa aumentar geométricamente los servicios de calidad que hasta hace unos meses concentraba el Externado exclusivamente en su planta física.
Para comenzar, los externadistas podrán estar presentes en la modalidad virtual (sin salir de su casa) y obtener los servicios de El Solar, el centro de servicios integrales del Departamento de Bienestar universitario; de un nuevo gran centro de eventos y del en CISE, Centro de Información y Servicios Externadista.
Un excelente momento para estudiar en el Externado
Así estructura el Externado esta nueva normalidad. Según lo han previsto las autoridades, hacia el mes de agosto de 2020 estaremos entrando en una etapa de apertura gradual de los tradicionales espacios físicos de la educación, con todas las restricciones sanitarias impuestas.
Desplegaremos entonces, un nuevo esquema de formación basado en la combinación armónica de tres modos: presencial, actividades de aprendizaje y seguimiento en ambientes virtuales y clases remotas. La fórmula no será uniforme para todas las clases; se definirá según las condiciones y necesidades de cada materia.
La tendencia será hacia un justo equilibrio entre los aspectos virtuales y presenciales. De seguro se recuperarán espacios en el campus externadista como sitio de encuentro por excelencia dentro de las condiciones de la nueva normalidad, lo cual significa un parte de tranquilidad a quienes ven en la Universidad, la oportunidad de conocer e interactuar con otros.
Entretanto, los estudiantes de posgrado, para quienes probablemente el modo virtual tendrá mayor peso, obtendrán un plus representado en la reducción de los viajes desde y hacia la universidad y, por ende, un ahorro invaluable de tiempo (y dinero) que podrán invertir en sus proyectos personales o profesionales. De igual forma, podrán fortalecer competencias digitales indispensables en el desempeño profesional y laboral.
Todas estas nuevas características del proceso formativo en el contexto de la nueva normalidad le darán a la vida académica mayor dinamismo, más flexibilidad. Es un nuevo escenario que se nos abre a todos, donde los alumnos podrán ejercer de mejor manera su libertad, de forma paralela a la autodisciplina y al esfuerzo personal, valores que promueve el Externado.
La disyuntiva es, entonces: aferrarse a los viejos modelos, con nostalgia de lo que ya no volverá, con terror a lo nuevo y convencidos de que “todo tiempo pasado fue mejor”, u optar por la nueva normalidad, llena de promesas, que se abre a un futuro que espera ser construido por todos.
¡No perdamos esta oportunidad!