Informe de gestión
Rector Juan Carlos Henao
Apreciada Comunidad Externadista:
Este es un momento importante para mí.
Porque es el momento en el cual presento el Informe de mi Gestión de los más de ocho años en los que he tenido la gran oportunidad de ocupar la rectoría de la Universidad Externado de Colombia, la cual entrego en abril del próximo año.
No me canso de repetirlo: es el honor más grande que me ha deparado la vida.
Y es un momento especialmente importante porque a pesar de la pandemia que nos impide estar reunidos físicamente, gracias a la tecnología que hemos desarrollado puedo estar aquí, de todas formas con ustedes, hablándoles de frente y exhibiendo con orgullo unos resultados tangibles y verificables.
Que demuestran que la Universidad es distinta en muchos aspectos, sin desconocer en lo absoluto la esencia que le imprimieron nuestros padres fundadores y que han defendido sus sucesores. Recuerdo con especial gratitud a mi predecesor y maestro Fernando Hinestrosa, Rector Magnífico durante 49 años, a quien tuve el honor de suceder y que engrandeció hasta una altura desconocida nuestra institución. Creo, humildemente, haber continuado y multiplicado su legado.
El Informe estará disponible desde este miércoles 2 de septiembre en nuestra página web, para que pueda ser revisado con el mismo rigor y detalle con el que lo realizamos.
Ahí están todas las cifras y los indicadores que un documento de esta naturaleza debe contener. Gracias sentidas a todos los que colaboraron en su dispendiosa elaboración.
El diseño está ágilmente concebido de suerte que su lectura pueda ser amena y rápida.
Además, considero oportuno brindar esta información para alimentar la discusión –que confío será sana y respetuosa– con motivo del proceso de elección de los representantes de los profesores en el Consejo Directivo de la Universidad, proceso que se está llevando a cabo y que concluirá con la votación del día 30 de este mes.
Quienes lleguen a esta honrosa instancia y quien ocupe la rectoría del Externado en unos meses, contarán así con los elementos de juicio necesarios para encaminar su gestión y engrandecer aún más nuestra Casa de Estudios.
Los resultados que verán son producto del trabajo de directivas, profesores, funcionarios, estudiantes y egresados. A todos, mi profundo reconocimiento.
Quiero adelantar algunos elementos relevantes:
El primero tiene que ver con la razón de ser del Externado: su ideario de educación para la libertad de cara al futuro y sus principios de tolerancia, pluralismo, crítica, rebeldía, democracia y probidad. Ellos nos inspiran sin ambages para formar ciudadanos íntegros, con carácter y destacados para cumplir una labor en aras de fortalecer la naturaleza incluyente de nuestra democracia.
No es de extrañar que una Universidad que se define con claridad en unos principios tan loables, que todos llevamos con orgullo y pundonor, pueda afirmar que su población estudiantil creció entre los años 2012 y 2020 en 1.531 estudiantes, a pesar de que en la educación superior, en general, ha tendido a descender.
Esto habla del prestigio del Externado, por supuesto, pero también tiene que ver con las facilidades que se otorgan para permitir el ingreso y la permanencia de los estudiantes.
Por ejemplo: en 2019 se duplicó el valor de los créditos otorgados en 2012 para pregrado y posgrado.
Hay algo en lo que quizás no caemos en cuenta: el valor de la matrícula en el Externado solo ha crecido en los últimos 8 años levemente por encima del índice de precios al consumidor, el IPC, lo que hace que hoy en día y frente a las universidades pares, estudiar en el Externado sea en promedio un 38% más barato.
Como si fuera poco, en 2018 el Consejo Directivo autorizó la destinación de 40 mil millones de pesos para la creación de 75 becas-crédito semestrales durante diez semestres, sin contar el aumento de aquellas tradicionales para comunidades indígenas y otras más.
Estos alivios económicos para los estudiantes han venido acompañados de una serie de comodidades y de bienestar:
- La construcción de dos bloques como los edificios H e I, con toda la dotación de vanguardia, que prácticamente duplicó el área construida de nuestra sede académica.
- La adecuación de los espacios de recreación y esparcimiento que conocemos como El Solar I, II y III.
- Un gimnasio que hoy tiene más de dos mil inscritos y las adecuaciones en la sede deportiva de El Alcázar al norte de la ciudad.
- Una ruta para alumnos, profesores y personal que los trae a nuestro campus desde estaciones de afluencia de transporte masivo, que realiza hasta 600.000 servicios por año y que permite ahorra a cada persona unos 30 minutos diarios.
- Y algo muy, muy importante: una biblioteca remodelada.
Para darles una idea: hoy en la biblioteca hay tres libros más por estudiante que en 2012, y en los mismos años se pasó de una colección de 151.000 volúmenes a una de 202.000. Para no hablar del aumento en el mismo término de las bases de datos, que crecieron de 35 a 116.
¿Y qué habríamos hecho ahora si no hubiéramos trabajado intensamente en el desarrollo tecnológico?
De 2012 a 2019 se multiplicó por 17 el ancho de banda, se duplicó el número de salas de informática, y hoy las conexiones fijas para los dispositivos de estudiantes pasan de 7.000.
Paralelamente se desplegó un plan estratégico desde el Centro de Educación Virtual, para que la Universidad profundizara y diversificara las modalidades de esta forma de educación, con un uso intensivo de entornos virtuales de aprendizaje.
Por eso la reacción tan rápida frente a la pandemia no fue en realidad algo que se lograra de la noche a la mañana.
Los estudiantes tienen estos beneficios y la Universidad es cada día más sólida en cuanto a su cuerpo profesoral y su oferta académica.
Miren esta comparación: en 2012 había un docente por cada 10.47 estudiantes, y en 2019 esa proporción era de un docente por cada 7.53 estudiantes.
Celebro también que en este tiempo haya aumentado el número de doctores y de maestros y que, por primera vez, todos los grupos de investigación hayan sido acreditados como tales por Colciencias. Además, las clasificaciones de los que ya habían sido reconocidos, subieron.
Todas las ofertas académicas del Externado aumentaron, pero quiero resaltar que el número de maestrías es tres veces mayor. Y es hacia allá, hacia las maestrías, que debe centrarse en buena parte la educación superior.
Miremos las acreditaciones: hoy por hoy, el 82% de los programas de pregrado están acreditados, mientras que en 2012 estaban acreditados el 43%.
Y algo que me enorgullece es el trabajo conjunto entre facultades, gracias a la idea de romper muros entre las unidades académicas, que se refleja en aspectos como estos:
- Uno: La creación del Núcleo Común Externadista, que permitirá cursar doble programa, asociando la mayoría de las carreras.
- Dos: La creación de programas de maestrías conjuntas: hoy tenemos seis maestrías y una especialización como fruto de esa idea.
- Tres: La elaboración de colecciones como “Así habla el Externado”, próxima a su tercera edición y en la cual participarán unos 120 docentes de todas las facultades.
Y ya que hablamos de ediciones, no podría dejar de decir que en 2019 se publicaron 209 títulos nuevos, cifra récord, de los cuales 91 fueron de investigación, también una cifra récord.
Esto hace que, entre las universidades privadas del país, el Externado sea la de mayor cantidad de publicaciones, y que entre todas las universidades de Colombia únicamente sea superada por la Nacional.
La Universidad crece y seguirá creciendo. Para darnos una idea de hasta dónde puede llegar ese crecimiento, piensen en 345.000 metros cuadrados.
Ese es el tamaño del terreno que, en 2018, aprobó comprar el Consejo Directivo para una eventual expansión en el norte de Bogotá.
El esfuerzo por brindar condiciones inmejorables para alumnos y profesores va acompañado siempre de una cuidadosa atención prestada a nuestros funcionarios, directivos y empleados.
Contamos con una Dirección de Recursos Humanos fortalecida, que se la ha jugado a fondo en estos momentos de emergencia.
Claro que nada de lo anterior habría sido posible sin la solidez financiera de nuestra institución.
Invito a todos a revisar el capítulo que sobre las finanzas de la Universidad incluye este Informe.
Pero quiero dejar en claro varios puntos:
Todos los años la Revisoría Fiscal ha emitido un dictamen favorable sobre la situación financiera de la Universidad y su manejo, dictamen que ha sido regularmente presentado ante el Consejo Directivo.
Los estados financieros son aprobados por el mismo Consejo cada año, pudiendo este solicitar los documentos contables que considere necesarios, lo cual en efecto ha sucedido.
Así el Consejo puede observar, analizar e ilustrarse sobre la situación financiera de nuestra Casa de Estudios.
Creo en la tradición del Externado, valor tangible de la visión y el coraje de mis predecesores.
Creo en el presente del Externado como una institución potente, con una masa crítica de estudiantes, docentes y trabajadores creciente.
Creo en el futuro de nuestra Universidad, como punto de referencia académico en el concierto universitario internacional, como interlocutora reconocida de la vida nacional y, sobre todo, como eje de la historia personal y familiar de cada uno de sus miembros.
Este promisorio futuro habrá de ser conjugado con una clara actitud frente a los inmensos retos que social, sicológica y económicamente plantea y revela la actual pandemia para el mundo y para nuestra comunidad. No se puede tapar el sol con las manos. Nuestra sociedad dista mucho de ser incluyente y equitativa, y todo el esfuerzo de la Universidad debe ser dirigido a poner en práctica –aún más– nuestro ideario, de suerte que, con humildad pero con decisión, el Externado siga aportando al crecimiento democrático del país.
Cualquier esfuerzo que se haga por la Universidad, por su bienestar, por su institucionalidad, por su futuro, por su crecimiento y solidez, vale la pena.
Y diría que es poco.
El Externado no es una tarea de uno o de algunos, es de todos.
Y es posible, tan solo, si se adelanta de manera compartida.
Amemos y cuidemos nuestra Heredad Sagrada.