Pieza del mes
Diciembre de 2023
Oficio de entrega de la Medalla de Oro del Rey Fernando VII a Antonio Fominaya
Jorge Enrique Cifuentes – Practicante del programa de Historia
Lux non occidat – Museo y Archivo Histórico tiene piezas que no solo se relacionan directamente con la historia de la Universidad Externado, allí también hay algunas que anteceden a la institución y cuentan cómo se ha dado la lucha y la defensa de las libertades en Colombia. Por ejemplo, algunas evocan los lugares en donde se gestó la semilla de la libertad en los tiempos en que la Corona española mantenía el dominio sobre nuestro territorio.
La pieza de diciembre es un recordatorio de las dificultades del proceso independentista y del sometimiento prolongado del pueblo criollo: el Oficio de entrega de la Medalla de Oro del Rey Fernando VII a Antonio Fominaya. Allí, se condecora a Fominaya, militar y gobernador de la Provincia del Socorro, quien dirigió una fuerte represión en dicha zona para evitar levantamientos y consolidar el control español. En reconocimiento a sus servicios, se le entregó una medalla de oro, distintivo del que se vanagloriaban este tipo de militares.
Este documento es más que una condecoración, también permite conocer sobre la Provincia del Socorro (actual Santander), que desde finales del siglo XVIII fue un lugar fundamental, no solo dentro de la política del Virreinato de Nueva Granada, sino para el fortalecimiento del espíritu emancipador; ya que, desde 1781 con la Rebelión de los Comuneros, empezó a rodearla un halo de libertad y rebeldía. Este impulso contestatario se mantuvo en los recuerdos de los futuros próceres, así como en las prevenciones de las autoridades virreinales hacia esa región. Muestra de ello fue la fallida Revolución Socorrana de 1809 que expresó el carácter emancipador de ese territorio y sus habitantes.
La aparición de Fominaya se remonta a 1809, cuando José Valdés fue designado como corregidor del Socorro en reemplazo de Nepomuceno Rodríguez. Precisamente, Fominaya, nacido en la península ibérica, fue enviado a la Nueva Granada finales del siglo XVIII para cumplir con tareas militares. Se encargó, con Valdés, de mantener por la fuerza la autoridad española en la región. Por esos tiempos, la vigilancia extrema sobre figuras políticas y del cabildo se sintió en todos los rincones de la provincia.
Pero los aires revolucionarios, característicos de la época y de la región, no menguaron ante las amenazas de los gobernantes y pronto estalló un alzamiento local. Entre el 9 y 10 de julio de 1810, se inició una revuelta encabezada por José Lorenzo Plata y Miguel Tadeo Gómez, que fue respaldada por miles de habitantes. Tras una reunión en la plaza central y un intento de asedio al Convento de los Capuchinos fueron encarcelados Valdés, Fominaya y el alférez Mariano Ruiz. Este triunfo permitió que se creara una Junta de Gobierno, que primero fue leal a Fernando VII, pero posteriormente se declaró como independiente, siendo la primera provincia en lograrlo.
Esta emancipación se extendió por todo el Virreinato y, así, se fueron formando Juntas de Gobierno, la más recordada fue la establecida con la revolución del 20 de julio de 1810 en Santafé, aunque se dieron levantamientos similares en otras provincias, como es el caso del Socorro y Santiago de Cali (3 de julio). Tras la emancipación de varias regiones, se conformaron las Provincias Unidas de la Nueva Granada, primer intento de nación independiente en lo que hoy conocemos como Colombia y el Socorro hizo parte de aquella entidad.
Sin embargo, con la intención de recuperar el poder en esta zona, fue enviado Pablo Morillo e inició una época conocida como la Reconquista. Con la llegada del teniente general en 1815, se implantó el “régimen del terror” que persiguió a los líderes independentistas y condenó a muerte a varios de ellos. De igual manera, Antonio Fominaya fue un personaje beneficiado con este proceso, recuperó su cargo como jefe de las fuerzas militares en calidad de teniente coronel y fue designado como gobernador del Socorro. Desde esta posición, Fominaya fue un apoyo fundamental para Morillo al recuperar el dominio y comandó la represión en esa región; varias fuentes afirman que trataba con total sevicia a sus enemigos.
Por esta época se redactó el Oficio de entrega de la Medalla de Oro del Rey Fernando VII a Antonio Fominaya, pues Morillo, en vista de los poderes otorgados por el Rey Fernando VII y él mismo, entregó el reconocimiento al gobernador del Socorro en 1816. El oficio inicia:
Don Pablo Morillo, Teniente General de los Reales Ejércitos, general en jefe del expedicionario pacificador de la costa firme. En virtud de las facultades que me tiene conferidas el Rey Nuestro Señor Don Fernando VII, por sus Reales resoluciones…
También, se menciona que atendiendo al mérito que ha contra(h)ído el teniente coronel D(o)n Antonio Fominaya comandante militar y gobernador de la provincia del Socorro, por su colaboración en los auxilios abundantes y oportunos de toda especie que ha proporcionado p(ar)a el Ejército y otros objetos importantes del Real servicio…, se le dará una distinción, que es una medalla de oro en la que se encuentra tallada el busto de Fernando VII. Tras exponer las razones del mérito, el oficio termina así:
He venido a concederle el distintivo y condecoración de la Medalla de oro coronada con el Busto de S(u). M(ajestad). Y a afecto que pueda usarla le expido el presente diploma en el cuartel general de Sogamoso a 2 de diciembre de 1816. Finaliza con las firmas de Pablo Morillo y Gabriel de Avilés (secretario).
Esta pieza no solo evidencia una recompensa a un militar español que cumplía una misión en América, sino que permite conocer la historia del Socorro, que ha sido importante en la historia de las luchas del país. Siendo muestra de las adversidades que vivió, tras la implantación de un régimen violento y represivo, que sirvió a los intereses de la Corona, por lo que fue reconocido por el rey Fernando VII y su “pacificador” en estas tierras: Pablo Morillo.